Leelo n'Asturianu
¿Sabías que el sonido de los gongs puede viajar kilómetros y que en la antigua china se utilizaban como elemento de comunicación entre aldeas distantes, que los buzzticks de bambú reproducen sonidos de animales y se utilizaban por los habitantes de Indonesia para espantar depredadores en la selva, o que las arpas de boca fueron moneda común de trueque en Australia, donde los primeros conquistadores se las entregaban a los aborígenes a cambio de la propiedad de enormes extensiones de tierras?
¿Sabías que el sonido de los gongs puede viajar kilómetros y que en la antigua china se utilizaban como elemento de comunicación entre aldeas distantes, que los buzzticks de bambú reproducen sonidos de animales y se utilizaban por los habitantes de Indonesia para espantar depredadores en la selva, o que las arpas de boca fueron moneda común de trueque en Australia, donde los primeros conquistadores se las entregaban a los aborígenes a cambio de la propiedad de enormes extensiones de tierras?
Estas y otras curiosidades fueron
ayer amenamente desveladas por Pablo Canalís -músico avezado, conocido bajista
del grupo de rock progresivo Senogul y entusiasta
estudioso de los instrumentos del mundo- en una charla incluida en la
programación que la Asociación Bocanegra dedicará durante el presente mes de
junio a ‘otras músicas y sonidos’. Pablo lleva investigando en este tema que le
fascina desde hace más de 7 años, conoce numerosísimos instrumentos y ha utilizado
más de 50 en las composiciones que forman parte de su reciente disco ‘Folclores Imaginarios’.
Ante un escaso pero interesado
público, Pablo fue desgranando, en una fascinante charla de de más de dos horas de duración, el origen y
la evolución de diversos instrumentos de los cinco continentes -algunos
utilizados ya en el neolítico-, incluyendo aspectos relacionados con los
materiales de los que están hechos, sus peculiares mecanismos de sonoridad o
sus usos sociales (ritos chamánicos,
fiestas de la cosecha, ofrendas, rituales de paso), en una verdadera
demostración de conocimientos etnomusicales. La ponencia incluyó demostraciones
en vivo de los instrumentos -en solitario o acompañado por Pedro Menchaca y Guzmán
Argüello- así como de un documentado apoyo
audiovisual.
Siguiendo la clasificación ideada
por los musicólogos Curt Sachs y Erich Hornbostel en 1914, basada en las
propiedades físicas de cada instrumento y el modo de generación del sonido,
Pablo fue presentando los instrumentos en cuatro categorías: Aerófonos
(Viento); Idiófonos (Percutidos); Cordófonos (Cuerda) y Membranófonos (Percusión). Así, uno tras otro
fueron pasando ante nuestros ojos y oídos artefactos de nombres tan sugerentes
como marínbula, udu, kalimba, cuenco cantor, didgeridoo, palo de agua, kaval
moldavo, ó springdrum, utilizados desde
tiempos remotos en la música popular del Caribe, Asia, Africa y Oceanía. Una
clara demostración de la riqueza y diversidad de la música como lenguaje
universal y soporte de las manifestaciones culturales que los pueblos y etnias
surgidos en diversos puntos del planeta han sabido crear a partir de los
recursos naturales de su entorno. Valiosos testigos que se han transmitido de generación en generación hasta
nuestros días y, sin embargo, han sido ignorados e invisibilizados por la
arrogante cultura occidental, permaneciendo desconocidos para la mayoría de nosotros,
y descubiertos en los años ’70 por la escena del jazz, el rock progresivo y la fusión.
Agradecemos a Pablo Canalís &
amigos la interesante experiencia compartida el pasado sábado en Valles y le
deseamos mucha suerte en sus presentes y futuros proyectos, dotados siempre de una singularidad
excepcional y un peculiar sentido creativo.
Conchi Gálvez
Léelo n'AsturianuPABLO CANALIS Fotos Nacho Sariego |
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