lunes, 20 de enero de 2020

CONCIERTO BYWATER CALL _SABADO 08 FEBRERO 2020


De memorable recordaremos este concierto los de Bocanegra, un pase que gustó por igual a crítica y público, como suele decirse. El septeto canadiense, con un solo disco en el mercado, ha hecho crecer su nombre con fuerza desde 2017, año de su reciente formación, y por lo que pudimos escuchar en Valles, seguirán dando que hablar en el futuro.  La banda, que toma su nombre de un histórico barrio de Nueva Orleans, hace así un guiño a la mezcla de estilos que cultivan: soul, rock sureño, el blues, y hasta toques poperos. 

Una fusión moderna sobre los mimbres más americanos de su música de raíz, con un directo además muy notable.
En la formación destaca la presencia de la vocalista Meghan Parnell, siempre en primera línea, y detrás seis músicos muy apañados, destacando al guitarrista y compositor Dave Barnes con su slide en el dedo, teclado, batería, un bajista que me pareció espectacular y dos vientos: trompeta y saxofón. En Valles presentaron los temas de su disco homónimo Bywater Call, creo que el único hasta el momento, incorporando también alguna cover muy trabajada, como el “The Weight “ de The Band, que me costó un cacho reconocer y otras que me sonaban pero no terminé de identificar. 

Subieron a darlo todo en el escenario y así estuvieron todo el rato, muy pendientes del público, la vocalista moviéndose por todo el escenario sin perder una pizca de energía, con esa voz que lo llenaba todo, profunda y rasgada a la vez. Los temas fueron surgiendo sin pausa, poca presentación, y enseguida al grano, mucho soul y medios tiempos para el lucimiento de la voz con la banda muy potente detrás, algunas baladas con mayor protagonismo de los solos de guitarra o de teclado o de los metales, que fueron muy aplaudidos, pero en general la banda se crecía en esos finales in crescendo con todo bien arriba, que daban verdadera contundencia y garra al espectáculo.

La banda sonó espectacular de principio a fin y lo que más me gustó es esa sensación de que cada músico venía de un rollo distinto, unos más jazzeros, otros del rock, otros con puntazo funk, pero entre todos sacaban adelante una mezcla muy potente. Todos buenísimos. El sonido de la sala fue a mi entender espectacular también, creo que se estrenaban nuevos altavoces, reforzando lo ya bueno en si mismo, así que todo fue sumar, incluido también un ambiente bueno en la sala, con un aforo perfecto, ni mucho ni poco, y menos parloteo del habitual. Todo bien amigooo. 

Para la próxima, nos vemos en Valles. 

Conchi Gálvez

jueves, 2 de enero de 2020

CONCIERTO XII ANIVERSARIO_LA PATRULLA DIXIE_SÁBADO 18 ENERO




CRONICA PATRULLA DIXIE


Con alfombra roja fuimos recibidos en la sede de Valles en el duodécimo aniversario de la asociación Bocanegra, todo un hito que había que celebrar. Quisimos hacer coincidir la fiesta de aniversario con una celebración de aquellos felices años 20 del siglo pasado, por lo de su alegría, prosperidad y locura, y ahí que nos pusimos a ello. 
En cuanto a la música no se tuvo duda: la encantadora Patrulla Dixie, amiguetes bien queridos para nuestra asociación que ya tocaron en la sede en 2012, amenizarían la noche con su propuesta -más que avalada ya en sus años de trayectoria- de dixieland y jazz sureño primitivo. Para el resto de la ambientación, la directiva y mucho del público asistente se lo curró a tope: disfraces muy bien conseguidos, decoración del local, y hasta un fotocol en el que el fotógrafo oficial de la asociación -Nacho Sariego- hizo brillar en sus retratos a quien se puso a tiro.

Antes de iniciarse el concierto, la presidenta de la asociación, Ana Canteli, subió al escenario a dirigirnos unas palabras como suele hacer en cada aniversario, dando gracias a todos los colaboradores y público de los conciertos. Hizo especial mención a la labor permanente de Jorge Alvarez-Nava, uno de los fundadores de nuestra asociación Bocanegra, quien sigue doce años después dándolo todo en Valles como técnico de sonido, programador, capitán de los ñapas en cualquier obra mayor o menor de la sede, y cocinero siempre dispuesto. En nombre de toda la directiva y en agradecimiento a su insustituible labor se le entregó un premio ‘Bocas’ de honor, escultura realizada por la artista Teresa Arrojo, que Jorge subió al escenario a recoger muy sorprendido y azorado, aunque se le veía emocionado.

Tras los merecidos aplausos, ya enseguida subieron los músicos y empezó la fiesta. La banda, con ocho músicos sobre el escenario, llenó de vida la sede con un repertorio sacado de standars y temas originales de aquella época de Nueva Orleans, que sonaban a charleston, ragtime, blues, fox trot y todo aquello, muchos conocidos por todos. Como buena banda de dixieland, el conjunto musical da especial protagonismo a los metales, incluyendo trombón, tuba, saxofón, clarinete y trompeta. Completan la formación piano y batería, y ejerciendo de front man y vocalista, a la vez tocando el banjo, Javier Fernandez, siempre con sus agudos y entretenidos comentarios.

El público, que por suerte no se vio restringido por la ley seca, fue animándose poco a poco y bailó y acompañó los temas, dejándose convencer por esa música fresca, elegante y optimista que dio color y calor a la sala. El concierto brilló por el sonido, la pulida técnica de los músicos, sus improvisaciones, son todos buenos solistas -destacando el increíble clarinete de Luis García o la trompeta de Agustín Lara- y en general el buen rollo que transmiten y que se contagió entre todos los asistentes. Ya en el bis, acabaron entre el público con la marcha requeteconocida ‘When de saints go marching in..’ paseando entre largas boquillas, boas de pluma y divertidos gansters. Una manera deliciosa de celebrar una fiesta de aniversario, que recordaremos siempre.

Nos vemos en Valles!

Conchi Gálvez



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