De memorable recordaremos este concierto los de Bocanegra, un pase que gustó por igual a crítica y público, como suele decirse. El septeto canadiense, con un solo disco en el mercado, ha hecho crecer su nombre con fuerza desde 2017, año de su reciente formación, y por lo que pudimos escuchar en Valles, seguirán dando que hablar en el futuro. La banda, que toma su nombre de un histórico barrio de Nueva Orleans, hace así un guiño a la mezcla de estilos que cultivan: soul, rock sureño, el blues, y hasta toques poperos.
Una fusión moderna sobre los mimbres más americanos de su música de raíz, con un directo además muy notable.
En la formación destaca la presencia de la vocalista Meghan Parnell, siempre en primera línea, y detrás seis músicos muy apañados, destacando al guitarrista y compositor Dave Barnes con su slide en el dedo, teclado, batería, un bajista que me pareció espectacular y dos vientos: trompeta y saxofón. En Valles presentaron los temas de su disco homónimo Bywater Call, creo que el único hasta el momento, incorporando también alguna cover muy trabajada, como el “The Weight “ de The Band, que me costó un cacho reconocer y otras que me sonaban pero no terminé de identificar.
Subieron a darlo todo en el escenario y así estuvieron todo el rato, muy pendientes del público, la vocalista moviéndose por todo el escenario sin perder una pizca de energía, con esa voz que lo llenaba todo, profunda y rasgada a la vez. Los temas fueron surgiendo sin pausa, poca presentación, y enseguida al grano, mucho soul y medios tiempos para el lucimiento de la voz con la banda muy potente detrás, algunas baladas con mayor protagonismo de los solos de guitarra o de teclado o de los metales, que fueron muy aplaudidos, pero en general la banda se crecía en esos finales in crescendo con todo bien arriba, que daban verdadera contundencia y garra al espectáculo.
La banda sonó espectacular de principio a fin y lo que más me gustó es esa sensación de que cada músico venía de un rollo distinto, unos más jazzeros, otros del rock, otros con puntazo funk, pero entre todos sacaban adelante una mezcla muy potente. Todos buenísimos. El sonido de la sala fue a mi entender espectacular también, creo que se estrenaban nuevos altavoces, reforzando lo ya bueno en si mismo, así que todo fue sumar, incluido también un ambiente bueno en la sala, con un aforo perfecto, ni mucho ni poco, y menos parloteo del habitual. Todo bien amigooo.
Para la próxima, nos vemos en Valles.
Una fusión moderna sobre los mimbres más americanos de su música de raíz, con un directo además muy notable.
En la formación destaca la presencia de la vocalista Meghan Parnell, siempre en primera línea, y detrás seis músicos muy apañados, destacando al guitarrista y compositor Dave Barnes con su slide en el dedo, teclado, batería, un bajista que me pareció espectacular y dos vientos: trompeta y saxofón. En Valles presentaron los temas de su disco homónimo Bywater Call, creo que el único hasta el momento, incorporando también alguna cover muy trabajada, como el “The Weight “ de The Band, que me costó un cacho reconocer y otras que me sonaban pero no terminé de identificar.
Subieron a darlo todo en el escenario y así estuvieron todo el rato, muy pendientes del público, la vocalista moviéndose por todo el escenario sin perder una pizca de energía, con esa voz que lo llenaba todo, profunda y rasgada a la vez. Los temas fueron surgiendo sin pausa, poca presentación, y enseguida al grano, mucho soul y medios tiempos para el lucimiento de la voz con la banda muy potente detrás, algunas baladas con mayor protagonismo de los solos de guitarra o de teclado o de los metales, que fueron muy aplaudidos, pero en general la banda se crecía en esos finales in crescendo con todo bien arriba, que daban verdadera contundencia y garra al espectáculo.
La banda sonó espectacular de principio a fin y lo que más me gustó es esa sensación de que cada músico venía de un rollo distinto, unos más jazzeros, otros del rock, otros con puntazo funk, pero entre todos sacaban adelante una mezcla muy potente. Todos buenísimos. El sonido de la sala fue a mi entender espectacular también, creo que se estrenaban nuevos altavoces, reforzando lo ya bueno en si mismo, así que todo fue sumar, incluido también un ambiente bueno en la sala, con un aforo perfecto, ni mucho ni poco, y menos parloteo del habitual. Todo bien amigooo.
Para la próxima, nos vemos en Valles.
Conchi Gálvez
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