domingo, 9 de diciembre de 2018

CONCIERTO_POTATO_SÁBADO 29 DE DICIEMBRE



Celebramos en Valles el último concierto del año al ritmo de Potato, una banda mítica en el ambiente del ska nacional, con más de 30 años de historia a sus espaldas sobre la que acumulan multitud de discos, giras y conciertos y cambios entre sus componentes desde aquella formación inicial.
El Potato de 2018 tiene al frente como vocalista y front man a Pako pko, único miembro fundador de la banda, animado líder, y filósofo. Se acompaña de una nutrida banda integrada por guitarra y bajo, dos teclistas, batería y dos vientos. El técnico de sonido se suma como uno más del grupo, en el que tocó también la batería en aquellos lejanos inicios ochenteros.
El repertorio que sonó en Valles, refinadamente centrado en un ska-reggae confortable y pegadizo, nos llevó a los presentes a un mántrico movimiento/ondulación sin fin, bajo ese ritmo inevitablemente pegadizo. Todo un derroche de ska amistoso y desenfadado, que vale tanto para bailar en la plaza del pueblo como en aquellos garitos subterráneos que solíamos frecuentar.
Bajo el mismo ritmo sincopado y vacilón, las canciones de letras sociales y reivindicativas se mezclaban con otras lúdicas que hablaban de diversión, hedonismo y carpe diem. Sonaron clásicos como ‘Pegamento’ o ‘Miguelin el casero’ con otras de las últimas épocas, como ‘Rula’, ’Sáhara’ o ‘Sklavitud’. La mayoría en castellano, alguna en euskera y en inglés, cantadas por el joven teclista. Siempre con una breve pero formal introducción del genuino Pako, quien quiso también destacar la importante labor que asociaciones como Bocanegra prestan en el medio rural. Transcurrió el concierto en un suspiro, la banda siempre atenta, sin perder un ritmo bien marcado por el bajo y batería, Pako haciéndose con el público, el apropiado acompañamiento de los vientos -trompeta y trombón- que crean esas atmósferas tan apetitosas, y un guitarrista que no ocultaba su espíritu rockero en cuanto tenía ocasión. Entre tanto, la gente muy animada, cabriolando en armonía, iba alentando a los músicos, moviéndose sin parar, pidiendo más. Llegó el bis con un par de temas, y eso que aquí siempre pedimos otres tres.., la banda ya a tope de energía y el público botando y pidiendo más, aunque no fue posible. Quedamos con ganas de más, cosa que algunos dicen que es bueno, pero que yo no comparto. Así es el directo, unas veces los conciertos se hacen un poco repetitivos y parecen hasta demasiado largos, y otras ni te enteras de cómo pasan. Con Potato creo que todos recuperamos un poco el brío y la ilusión de aquellos años y por eso no nos queríamos ir, queríamos seguir en la narcotizante burbuja. Pero la música paró, se encendieron las luces y ya..cada mochuelo a su olivo. Habrá más, no os preocupéis, nos vemos en Valles.



Conchi Gálvez




lunes, 26 de noviembre de 2018

CONCIERTO RODRIGO CUEVAS_SÁBADO 8 DE DICIEMBRE 2018




Casi cerrando el año, Valles se llenó para ver el espectáculo ‘El mundo por montera’ de Rodrigo Cuevas, un artista que ha tenido en estos dos/tres años una proyección tremenda, digna de un estudio sociológico. Desde aquel viral ‘Ritmu de Verdicio’ que conocimos por internet, sus propuestas han sido muy variadas, dando a conocer a un artista con muchas caras y registros, que da bien en la tele, pero al que se le saca mucha más miga en directo y  en lo cercano. En Valles, Cuevas gustó a todos, hasta los más criticones disfrutaron del espectáculo.
Rodrigo Cuevas, como las folklóricas, desborda sentimiento en los gestos, en la voz, en la mirada. Transmite una especie de ingenuidad pícara, una autenticidad transgresora, y sobre todo muy asturiana, que hace que todos nos veamos reflejados de alguna manera en sus reflexiones. Reivindica el pueblo, todo ese universo de lo rural que se está perdiendo y en el que él parece haber sido tan feliz. En una aldea de Piloña, donde vive desde hace un tiempo, sus vecinos lo idolatran. Muchos subieron este sábado a Valles para no perderse el show. Un público variopinto y previsor que  empezó a entrar en la sede en cuanto se abrió la puerta, lo que no es habitual. Algunos subían a escuchar por primera vez un concierto en Valles. Da que pensar que después de 10 años de actuaciones en Bocanegra, de que hayan pasado artistas de todo el mundo y de todos los estilos, sean los artistas locales los más capaces de generar tanta expectación y demanda. Fuese por curiosidad, por interés, o como auténticos fans, la cosa es que la sede se quedó nuevamente con el aforo completo. La sala llena, y el público, atento. Cuando hablaba Rodrigo, no se oía ni una mosca. Mira que me quejo otras veces del gallineru que se forma en  la terraza. Esta noche calma chicha, respeto, atención. Eso se llama carisma o encantamientu, no me digas qué.
Con su look característico y sexy, salió del camerino, dijo algo y ya  provocó las primeras risas en el público, que se mantuvo así hasta el final. Gracia y salero, complicidad con el público y sana provocación es lo que ofreció Cuevas en su espectáculo. Artista total, canta, recita, baila y toca varios instrumentos, aunque aquí no fue el caso, solo se lució con el pandero. En realidad, musicalmente todo el espectáculo fue bastante minimalista. Acompañado de  tres músicos -dos vientos y un guitarrista que iban encadenado arreglos, suaves colchones y apoyo de la voz en los temas-, destacó sobre todo en lo recitado y cantado. Su don está en la palabra, aunque de música sabe un rato. Entre tema y tema, chistes, anécdotas y reflexiones personales en las que el artista reveló su sensibilidad, su amor a la tradición, a lo rural y a lo heredado de nuestros mayores, unas veces en forma de canciones y otras en praos.
El repertorio, de lo más popular. Empezó con un chotis y acabó con el hit ‘Embrujada’, homenaje a Tino Casal. Entre ellas, tonadas populares como ‘Tengo de subir al puertu’, vaqueiradas, alguna canción asturiana más sentimental o el indispensable ‘Ritmo de Verdiciu’. Todo mezclado sin que aquello desentonase. El recitado del toro recibió grandes ovaciones, lo mismo que su declaración de amor a Piloña y a los piloñeses, que obviamente generó aplausos y alegría entre los allí presentes. Terminó con el bis preparado y gran despedida del público, aunque todavía estuvo un buen rato abrazando, haciéndose fotos con la gente y firmando autógrafos en un momento rockstar total, todos queríamos ser amigos suyos.
Vuelve cuando quieras Rodrigo, nos prestó mucho tenerte por aquí. Nos vemos en Valles!

Conchi Gálvez

domingo, 4 de noviembre de 2018

CONCIERTO 24 DE NOVIEMBRE_ERIC GALES



CRÓNICA CONCIERTO ERIC GALES

Gales es un guitarrista de Tenesse más que reconocido en el ambiente bluesero, con un halo de niño prodigio y una imparable carrera a sus espaldas repleta de grandes hitos: discos publicados, giras, colaboraciones, tributos, y gran admiración entre sus colegas.
En estos tiempos en los que ya todo se sabe hay poco lugar para lo inesperado, la información nos llega por todos lados, a veces hasta sin buscarla. Por eso noches como las vividas con la presencia de Eric Gales se disfrutan más si cabe desde la sorpresa. Llegué a Valles en el desconocimiento absoluto. No había escuchado nada en días precedentes, solo había oído algunos comentarios. Un tipo del que Carlos Santana dice: “es absolutamente increíble” o Joe Bonamassa “es uno de los mejores, si no el mejor guitarrista del mundo" necesariamente tiene que despertar interés. Y así fue. La noche del 24 de noviembre Valles recibía a este fenómeno de las seis cuerdas con el aforo completo en la sede.
Con la sala expectante y un cierto retraso debido a pequeños inconvenientes técnicos en el escenario, empezó el concierto. Yo esperaba encontrarme a un virtuoso del blues, brillante pero ortodoxo: sus doce compases, sus tres acordes, sus solos, y vuelta a empezar…, pero Gales es más que un guitarrista de blues.  Lo que hace es un blues deconstruído, como Ferrán Adriá con la tortilla de patata: todos los ingredientes están ahí, pero combinados y presentados de manera distinta y nueva. Con una técnica brutal, fuera de duda -y eso que toca la guitarra al revés-, en Eric Gales destaca sobre todo su gusto, su personalidad y su creatividad a la hora de encarar el blues, con fuertes cambios de ritmo, acordes imposibles, subidas y bajadas, improvisaciones súbitas, saltos de escala. No me sonaba a jazz, pero tampoco a blues, ni a rock. Era todo ello junto y diferente. También canta, y bien, aunque se lució poco en eso, estaba concentrado en la guitarra. A su alrededor, una base rítmica de nivel, bajo y batería muy potentes, y una percusionista que hacía coros y llevaba también algún sampler grabado pero que apenas se hizo notar, parecía no tener su noche.
En el repertorio, mezcla efervescente en la que se alternaban baladas con temas más energéticos, a veces toques más rock, otras con un punto jazzero, psicodelia…siempre sorprendentes en estructura e interpretación. La mayoría eran composiciones del propio Gales, aunque sonaron algunas covers -verdaderas versiones, no reproducciones, tan reinterpretadas que a veces hasta costaba reconocerlas, recuerdo un tema de Blue Oyster Cult y otro de Hendrix, Little Wing-. Tras una hora de concierto, guitarrista y percusionista se retiraron unos minutos al camerino quedando en el escenario batería y bajista, ofreciendo ambos una demostración de maestría rítmica y técnica que recibió grandes ovaciones por parte del público. Ya tras el retorno de los músicos, con el cuarteto en el escenario dio paso el fin del concierto. Gales se despidió con un mix de homenaje a grandes de la música como Beethoven, Hendrix, Led Zeppelin, ACDC…todo muy a su manera.
No parecía el músico muy contento y acabó rápido. Quedamos todos un rato pidiendo algún tema más, pero cuando vimos al bajista enrollando los cables supimos la batalla perdida. No bises, no kisses.
Tras la apabullante actuación, opiniones muy variadas: que si era un monstruo, que si el concierto del año, que si tocaba raro, que si era tan bueno que aburría…mil interpretaciones sobre una misma realidad, y así tiene que ser. En mi opinión, Eric Gales es uno de los músicos más singulares y fascinantes que ha pasado por Valles en todos estos años.

Conchi Gálvez




viernes, 5 de octubre de 2018

CONCIERTO 31 DE OCTUBRE_BANDITOS




CRONICA CONCERT BANDITOS

Sala llena para escuchar a Banditos, formación estadounidense llegada desde Nashville, y originaria de Alabama, que pasó por Valles en medio en una extenuante gira que ha cruzado media España.

La banda de estilo southern rock, aliñado con toques de blues, de country, de soul y otras hierbas está compuesta por cinco jóvenes instrumentistas (dos guitarras, banjo, bajo y batería) y una voz solista de alto voltaje. Una formación y un estilo parece que muy de moda en estos tiempos, sobre todo entre los músicos más jóvenes, para los que todo es vuelta a las raíces del folk americano y a la chupa vaquera con borreguillo.

Inicio del concierto con puntualidad. Con el público situado ya en sus puestos, se oyeron los primeros acordes. La banda sonaba engrasada, segura, sólida. Una base perfecta para sostener el trabajo de la vocalista Mary Beth Richardson, todo fuerza y sentimiento en su poderosa voz.   El contraste entre la frontwoman y el resto de la banda resultaba manifiesto. Buenos instrumentistas todos ellos, tanto la base rítmica como las dos guitarras iban marcando el paso con seguridad, sumándose a ellos el toque inquieto y vivo del banjo. Pero bajo esa corrección, se mostraban los músicos demasiado impasibles, con una interacción prácticamente nula con el público y aspecto de aburridos. En el otro extremo, la cantante supo generar simpatía y concentró la atención de los presentes con su sereno carisma, y una voz llena de autoridad.

Bien resuelta en los temas de garra, la vocalista parecía deleitarse especialmente en las baladas que iban sonando entre los medios tiempos más sureños. A pesar de los buenos momentos de juegos de guitarras, las voces de apoyo, y el refuerzo del banjo, el repertorio resultó, desde mi punto de vista, un poco irregular, las baladas iban rompiendo el tempo del concierto y despistaron un poco al personal, que se crecía en los temas más guitarreros, como el tema homenaje a la Creedence, y se desinflaba en las baladas. Aun así, la fuerza de la voz y el esfuerzo de la cantante consiguieron llevar el concierto por el buen camino, haciéndolo entretenido.

Como siempre, los últimos temas cambian la perspectiva de músicos y público: el aire se calienta, el ambiente se hace más denso y la música parece más intensa, más envolvente, y más real. El broche final del concierto lo puso la interpretación del ‘Piece of my hart’ emotivo tema en el que Mary Beth supo calcar a la Joplin, y que le venía como anillo al dedo. La gente celebró y aplaudió con ganas al final, y se fue contenta. Para la siguiente, nos vemos en Valles.

Conchi Gálvez

lunes, 24 de septiembre de 2018

CONCIERTO 20 DE OCTUBRE _THE RAD TRADS



CONCIERTO 20 DE OCTUBRE 2018_ THE RAD TRADS

22h apertura de puertas para socios, 22h15 apertura puertas público, 23h 15 Concierto

Afincados en Nueva York, The Rad Trads son una de les bandas más excitantes y entretenidas de su ciudad por sus conciertos en prestigiosas salas como el Blue Note o el Webster Hall. Un estilo diverso de influencias de la música americana, la banda despliega tres poderosos instrumentos de viento, una base de ritmo firme, y cuatro voces principales para pasearse por los estilos de la música popular del soul al jazz, swing,rock, blues (tanto de Chicago como del Delta) siempre con una energía vibrante, que les hace parecerse a The Band cuando su batería John Fatum coge el timón de la voz principal metiéndose en la piel de Levon Helm, o a la Preservation Hall Jazz Band de New Orleans cuando se transforman en una brass band poseída por el delta del Mississippi. Han encabezado los festivales de Jazz & Blues de Atlanta, Rochester, Columbus y Russian River, han abierto los conciertos de Tom Jones, Charles Bradley, Taj Mahal, Buddy Guy, The Lone Bellow y girado con enorme éxito por Europa, Malasia y los Estados Unidos. Garantía absoluta de diversión y ritmo infatigable.

The Rad Trads regresan a nuestro país en octubre para presentar su disco debut publicado hace dos años, “Must We Call Them Rad Trad”. El disco mezcla sonidos que van desde el jazz más tempranero hacia las brass bands de New Orleans, R&B, el rock & roll clásico y el Delta y Blues de Chicago a través de una potente sección rítmica, metal y voces.
The Rad Trads originalmente surgieron por necesidad y amistad, la historia de toda a gran banda. 

No hace mucho tiempo, estos talentos, amigos se encontraron en el escenario en un pequeño club de Nueva York, concierto que duró más de tres horas. De ahí surgieron mil y una fuentes de inspiración: el funk de latón y cobre desde Nueva Orleans, el pantanoso blues del delta, el rock and roll, y jazz, que se fusionan en uno hasta evolucionar a The Rad Trads  como banda sonora.

The Rad Trads siempre ensanchan sus canciones con sonidos que contienen siempre elementos y temáticas enraizadas en la cultura norteamericana con una sabia y directa mixtura de rock, country, gospel, r&b, folk y soul, todo con ese tono sureño y nostálgico, amplificado por una emotiva parte vocal y de sección de vientos.


viernes, 17 de agosto de 2018

Conciertos de septiembre 2018 _ JOSH HOYER 15 DE SEPTIEMBRE _ MITCH WOODS 22 DE SEPTIEMBRE


Josh Hoyer y su banda Soul Colossal volvieron a conquistar la sede de Valles un año después de su estreno en Asturias. Fue aquella una noche de descubrimiento. Los artistas que llegan a tocar a Valles a veces son grandes desconocidos para el público, los discos publicados son difíciles de encontrar, y lo poco que se ve en youtube no suele reflejar con fidelidad el directo de la banda. Por eso los de Nebraska sorprendieron por su estilo, su carisma y energía en directo. La banda deslumbró y dejó un estupendo recuerdo, y esta segunda cita se acogía con ganas y expectación.  Procedentes de Nebraska, USA, volvían en su segunda gira española, y era obligado su paso por valles después de aquel inolvidable concierto.
Llegaron alegres y relajados, apoyados siempre por el afectuoso Benjamin Kushner, el guitarrista del grupo, quien ajeno a la ecuación espacio-tiempo saludaba en Valles como si 18 meses fuesen ayer y Nebraska, Pola Siero. La banda empezó el concierto con puntualidad y un aforo muy cómodo en la sala. Tras un par de temas pausados y de suave calentamiento, los temas fueron cogiendo fuerza e intensidad. Hoyer es un mago del funk soul, compone, canta y toca el piano con ardor, lanzándose como un huracán que se lleva por delante lo que pilla. Detrás tiene una banda compacta de buenos profesionales, que apoyan y realzan al Hoyher al solista. Empezando por el amigo Benjamin, técnica y sentimiento en la guitarra al 50%. Con un acompañamiento perfecto en los temas, se marcó dos o tres solos memorables en los temas de mayor improvisación, en los que reflejó su buena técnica y estilo, sin arrogancia ninguna. En la base rítmica, buena sintonía entre batería y bajo, este último nuevo en la banda, un músico preciso y elegante, con aires jazzeros en su técnica, destacando líneas y progresiones muy interesantes. Y en la trompeta, pandereta y animación suprema, el más joven de la banda, un chavalín todo energía, que sudó la camiseta desde el minuto cero.  Bailó más que tocó, aunque la caricia de la trompeta, aunque sea mínima, resulta siempre exquisita. Los temas fueron subiendo en ritmo e intensidad y duración, con largos fraseos e improvisaciones finales dando un estilo muy progresivo a esos temas de onda funk. Los músicos se encontraban cómodos y el público también, bailando y espoleando a los artistas. Recuerdo una sola balada, dedicada por Hoyer creo a su hija y/o esposa en medio de un mar de temazos mueve esqueletos que son el sello de la banda. Gustaron mucho, y tocaron un buen rato, dos bises incluidos, ya con el público entregado. Por segunda vez, lograron dejar a todo el mundo encantado.

La semana siguiente, no estábamos todavía repuestos de la paliza de los de Nebraska, llegaba a Valles su compatriota, el veterano y reconocido Mitch Woods, compositor y pianista de Jump, booggie, blues y Rock&Roll. Le acompañaban los músicos de la banda Mambo Jambo, todo un referente ya en España en estos ritmos old school.
El concierto fue un festival de música de los ’50, bien escogida para mover el esqueleto. Los trepidantes y alegres ritmos del piano fueron la base sin duda del concierto de Woods, que también cantaba los temas con soltura y desenfado, buscando siempre la complicidad y la cercanía del público. Tipo simpático y con un carisma muy de barrio neoyorquino, logró con su humildad y su cara de buena gente conectar con los presentes, a pesar de no hablar una palabra de español. Ciertos problemas técnicos con el piano -parece que se desprogramó- motivaron pausas en un par de temas para ajustarlo. Tras varios intentos sin éxito, la banda decidió parar un rato para dar por fin con la avería, unos minutos que bajaron un poco el tono del concierto, que ya estaba empezando a animarse. Enseguida volvió Woods a tomar las riendas con esa sonrisa pícara y esa aparente facilidad para aporrear el piano, encadenando vertiginosamente escalas, saltos y acordes. Aprovechó para presentar y recomendar su nuevo disco, que trae a la gira y que ha grabado con muchísimos músicos, entre ellos Taj Majal pude entender.
En la banda, todos respondiendo con maestría, desatacando el saxofón de Dani nelo que aullaba con energía y autoridad. Se marcó varios solos muy aplaudidos por el público por su espectacularidad. En la guitarra, Mario Cobo, elegancia y destreza, y en la base rítmica impecable, contrabajo y batería, muy buenos también. Una banda acompañante, se supone que con pocos ensayos, que supo estar a la altura de Woods y su estilo y que gustó a los fans llegados de distintos puntos de Asturias.

Nos vemos en Valles. Conchi Gálvez

lunes, 18 de junio de 2018

SÁBADO 07 DE JULIO 2018_SUGAR DADDY & THE CEREAL KILLERS


Extraordinario concierto el disfrutado con los italianos Sugar Daddy and the Cereal killers. Un verdadero torbellino de swing, boogie, jump y rythm’ blues que hizo vibrar la sede de Valles como en los mejores antros de Chicago. La banda de Milan tiene un directo impactante. Sonido compacto, simpatía y elegancia, eficacia y buena entrega de los músicos y un repertorio para estar bailando de principio a fin. Fielmente seguidores del estilo y la estética de los combos de los años 40/50 que tocaban en aquellos clubs bulliciosos, desdibujados por el humo y el sudor, fue imposible resistirse a sus trajes italianos, su sonrisilla seductora y sus bigotines old school.
Sugar Daddy, como impecable vocalista y front man de la banda estuvo pendiente del público y de sus compañeros permanentemente, sudando la camiseta a base de bien, cantando con entrega, hablando con el público de manera distendida, cogiendo la guitarra en algún tema, dándole a los platos, interaccionando con el resto de la banda. Un conjunto impecable, con músicos como la copa de un pino: sección rítmica de batería y contrabajo, piano, y sección de viento con dos saxofones y trompeta, traviesos y geniales por igual. 
Música sin duda para ser bailada, imposible no hacerlo. Un perfecto aforo permitía a los presentes moverse sin agobios y sin meter el codo en el ojo a los del al lado, dando fluidez así a un público diverso: allí cisnes y patosos nos movíamos con más o menos gracia rendidos ante el estilo, la simpatía y el sonidazo de la banda. Sonaron temas propios y ajenos, algunos conocidos, no acertaría a decir cual, de ejecución impecable y a la vez apasionada. Allí seguimos todos bailando impregnados por ese swing irresistible, arrastrados por la voz de Sugar Daddy, los buggies del piano, la intensidad de los vientos, la fuerza de la batería, todo era rítmico y arrollador. Casi dos horas se marcaron los chavales; los del público acabamos emocionados, con un subidón total y muy agradecidos. Ellos también se fueron contentos, directos a un día de doble bolo en Bilbao y Logroño que debió resultarles de lo más movidito. 
Con este concierto la Asociación Bocanegra cerraba programación hasta septiembre, dando paso a las imprescindibles romerías y verbenas que abundan en tantos pueblinos de la comarca en estos meses, y que la gente también quiere disfrutar. Volvemos cuando maduren las manzanas! nos vemos en Valles.


Conchi Gálvez

martes, 29 de mayo de 2018

SÁBADO 16 DE JUNIO 2018_ TRAVELLIN' BROTHERS


Travellin’ Brothers, una de las bandas más solicitadas y respetadas por el público de Valles, volvió a llenar la sede en la presentación de su nuevo disco ‘13th Avenue South’. Buenos conocedores de la sala, de las dinámicas de los conciertos y de la afición del público, los artistas salieron al escenario relajados y con guiños al público consiguiendo éxito y admiración entre los allí presentes una vez más.

El nuevo disco incluye 10 temas que sonaron en Valles junto otros ya conocidos del grupo y un par de versiones. El nivel compositivo de la banda no deja de crecer en ideas, variedad, arreglos y calidad de los solistas. El repertorio de este disco puede calificarse de heterogéneo o variado, siendo un pelín distinto a lo que los Travelling nos tienen acostumbrados. No por distinto digo peor; de hecho estos días que estoy escuchando el disco me está gustando cada vez más. La producción con vientos, coros y diversa instrumentación resulta impresionante, es verdad, pero en el directo los vizcaínos no se arrugan y con solo seis músicos en el escenario -esta vez vinieron en formato básico - el espectáculo es sobresaliente.

Abrieron en Valles la noche con ‘The spur’ un tema caliente y soulero en el que el saxo brillaba dando un ímpetu indudable al tema y calentando al personal, Siguió ‘Shame’ un viejo tema de la banda que puede considerarse ya casi un himno yal que es imposible resistirse.

El swing, uno de los sellos de los Travellin’ sonó poderoso con ‘I believe’, donde la guitarra de Aitor podría haber sonado con más fuerza, cañallesco y sombrío en ‘As good as it gets’ (guitarra y saxofón desbordando elegancia y exquisitez), y más bailón en ‘Sweet Corrine’. Unidos a ellos, temas ‘suaves’ como ‘Better day’, o ‘Peggy Sue’ con intro jazzera de Alain, y pegadizo estribillo.
No faltaron tampoco los espirituales -que se les dan de miedo- con ‘Oh my river’ y ‘Power of love’ un góspel emocionante de tensión ascendente, unido al ‘Love Joy & Hapinees’ de su anterior dicho, ejecutado una fuerza y energía con la que el público se movía ya sin freno. Entre las versiones, la dedicada al guitarrista Gregg Allman al que Aitor supo recordar con esa guitarra tan inconfundible, y la de Robert Johnson, un tema versionado por mil intérpretes y al que nuestra banda dio su toque criollo y sincopado.

De manera individual, un 10 para todos. A destacar la contundencia de Eneko al bajo y los tambores de Isi, una base rítmica de verdad apabullante y que da a la banda una presencia en directo de impresión. La guitarra de Aitor Canibaño combina elegancia, versatilidad y gusto a partes iguales, creo que ya lo he dicho alguna vez, me encanta como toca este tío, aunque en esta ocasión, no se si por estar en la terraza, me destacó poco su presencia en el conjunto del concierto, sonaba poco, lo mismo me pasó con el saxofón y el piano, que no dejaron de marcarse unos solos muy brillantes pero poco destacados. Como experimentado front man, el vocalista Jon kareaga sabe ganarse al público, convence con sus intros, en las que siempre aporta su toque personal, y no le falta nunca el entusiasmo, algo que sabe contagiar arriba u abajo.

Para cerrar, y después de las presentaciones, bises y aplausos como siempre a rabiar. La gente se fue contenta y los músicos también. De lo demás ya recuerdo poco.  Como siempre, nos vemos en Valles


martes, 8 de mayo de 2018


Sábado 26 de Mayo 2018 Concierto de Erja Lyytinen, 22h00 apertura de puertas socios, 22h15 apertura de puertas público, 23h15 ERJA LYYTINEN


Erja Lyytynen demostrará porque está considerada como la reina del slide en Europa gracias a su exquisita técnica a la guitarra eléctrica acompañada de una maravillosa voz. 
Erja nació en una familia de tradición musical en la pequeña localidad de Kuopio, y comenzó su carrera con el violín. Con su segundo álbum a la guitarra, Wildflower, se ganó en el 2003 el sobrenombre de la Bonnie Raitt finlandesa tras su paso por el festival de Puistoblues. La artista siempre ha reconocido la influencia que la propia Bonnie Raitt y Koko Taylor han ejercido en su música. En 2005 Ejra vuela a Estados Unidos para colaborar con los artistas de blues británicos Ian Parker y Aynsley Lister en un álbum, Pilgrimage , que la llevó de gira por todo el mundo. 
Para su último álbum de estudio, Stolen Hearts, que se lanzó a principios de 2017, Lyytinen convocó a un talentoso grupo de músicos en Helsinki durante el verano de 2016, luego se dirigió al State of the Ark Studios de Londres para grabar con Chris Kimsey, productor e ingeniero multiplatino. Kimsey, conocido sobre todo por sus contribuciones a los álbumes clásicos de Rolling Stones como Sticky Fingers y Some Girls. De hecho, Stolen Hearts se mezcló en la misma consola EMI que Kimsey había usado a menudo con los Stones. "Chris dijo que fue como encontrarse a una vieja novia después de muchos años. Se sentó frente al escritorio y su magia comenzó a suceder". La masterización se completó en Air Studios Mastering (parte de los mundialmente famosos Air Studios creado por el productor de los Beatles George Martin) por Ray Staff, cuyas referencias incluyen álbumes de rock icónicos tales como Ziggy Stardust, de David Bowie, y Mott The Hoople, All The Young Dudes.
No es coincidencia que Stolen Hearts llegue en un momento en que Erja Lyytinen amplía sus horizontes.Durante el año pasado, realizó una gira por toda Finlandia con su compatriota Heikki Silvennoinen e hizo sus primeras apariciones en conciertos en la India. Ella dijo que el proceso para hacer que su nuevo álbum sea "purificador", es producto de momentos difíciles como "angustia, frustración, desilusión, miedo a la pérdida y, al mismo tiempo, el amor más profundo". Como artista, Erja siempre ha estado abierta para cambiar, y con Stolen Hearts, quiere ofrecer a su audiencia algo totalmente nuevo. "Tenía la sensación de tener los ingredientes en mis manos para hacer algo realmente extraordinario y diferente".
Los fans parecen estar de acuerdo con esto porque Erja apenas tuvo tiempo de respirar desde que se lanzó Stolen Hearts. Además de dos exitosas giras por todo el Reino Unido y su gira Blue Christmas con Sami Saari y Maria Hänninen en toda Finlandia, también participó en el programa de televisión finlandés Tähdet, Tähdet (Stars, Stars) y cantó para una audiencia de medio millón de personas cada semana. La guinda del pastel llegó a finales de noviembre de 2017 cuando se anunció que Erja Lyytinen era la ganadora del Premio Europeo de Blues como "Mejor guitarrista".
El próximo més de mayo, Erja Lyytynen nos enseñará a caminar por los caminos del rock y del blues en un viaje repleto de sonidos y matices que hacen especial cada uno de los shows de la artista finlandesa, solo podemos aconsejarte que no te pierdas este auténtico placer para los sentidos.


lunes, 9 de abril de 2018

LOS BENGALA - LOS WALLAS _Sábado 05 mayo 2018

Divertida noche de garaje y punk rock Valles, con don bandas nacionales punteras en estos crudos y vibrantes estilos: Los Wallas, llegados de la mismita Malasaña y los Bengala, desde Zaragoza. Abrieron la noche los primeros, después de varias peripecias con los medios de transporte que casi les cuestan el bolo. Los Wallas son una banda de garaje con personalidad y estilo propio; temas apasionados y una puesta en escena revoltosa y estimulante, a la que no es posible resistirse, y cierta ‘desastrez’ en su proceder te hacen quererlos desde el minuto dos. Tocaron en formato cuarteto: -Carlos Wallas, bajo, y Juan Wallas, guitarra y vocalista, como socios fundadores de la banda-, el guitarra solista Víctor y una baterista recién llegada a la banda, ejecutando su segunda fecha wallasiana-
Los madrileños son una banda de directo, sudan y disfrutan en el escenario y hacen sudar al público con un repertorio decididamente efectivo, mezcla de los sonidos más británicos y sesenteros con la aspereza del garaje y el surf americanos que trasmite una gamberra alegría de vivir. Como si de una clase de instituto se tratara el, vivaracho maestro Juan iba midiendo la atención y la aplicación de sus alumnos en el aula, desgranando un repertorio sin tiempo para el aburrimiento. ‘A mi me cuesta más que a ti’ lleno de evocadoras atmósferas, ‘La camisa’ con sus coros y estilo animado, o ‘Demasiada presión’, esencialmente rockero, junto algunos temas surferos en los que la guitarra solista de Victor mostraba su purismo. Algún lapsus en la batería hizo perder el ritmo un poco en alguna ocasión, pero todo se retomaba y los temas iban saliendo adelante con oficio. También se marcaron alguna versión guapa -ahora no me acuerdo cual-. El público bailó y animó a la banda contagiándose de su espíritu travieso, desmelenados porque el aforo lo permitía y no chocaban con el de al lado. Terminó la banda con mucho éxito y un par de bises muy aplaudidos.  
Una muy entretenida actuación que dio paso a la pareja de la noche, ‘Los Bengala’. Organicos, rítmicos, acelerados y arrolladores en su ejecución, los de Zaragoza pasaron por Valles como si no se hubiesen bajado todavía del AVE. Lanzaron sin parar desde el escenario rock crudo y frenético, energía a raudales y estribillos pegadizos, todo aliñado con un candor juvenil que nos volvió a todos un poco guajes. Los Bengala llenaron el escenario y lo rebosaron; en su caso dos son multitud. La sintonía y el acomodo entre ambos era total, guitarra y batería llevando al alimón unas bases rítmica y melódica insospechadas, que reforzaban con el juego de voces -y alaridos- bien armonizados. El producto no tiene engaño: música urgente, arrolladora en su ejecución, destinada a saltar y pasarlo bien. Los tambores endiablados agotaron al pobre Borja, que tuvo que parar un ratín a descansar para que no le diera un mal. Algunos temas que ya son himnos como ‘Jodidamente loco’, ‘No hay amor sin dolor’ o ‘Siento ardor’ se corearon y celebraron a rabiar entre el público, pero en general de principio a fin nos sentimos arrebatados (yo por lo menos). 
En fin, un concierto para mi de los más divertidos que hemos tenido en Valles en los últimos tiempos, y que no me importaría repetir. Mientras tanto, nos vemos en Vallles.

Conchi Gálvez

sábado, 17 de marzo de 2018

JP BIMENI & THE BLACKBELTS - sábado 7 de abril 2018


Vibrante y emotivo el concierto ofrecido el pasado día siete de abril por el africano-londinense J.P. Bimeni y la banda española ’Black Belts’, que acaban de finalizar para el sello TucXone la grabación del disco ‘Free me’. Todavía en el horno, sin finalizar la edición, la presentación en Valles del disco suponía su estreno mundimundial, y los nervios de los artistas eran compresibles. Expectación e inquietud ante la respuesta del público iban de la mano. Suele ocurrir que la procesión va por dentro, pues ya en el escenario, sonando casi los primeros acordes, banda y solista se mostraban distendidos y con ganas.
Bimeni, un hombre apuesto y de espíritu tranquilo, supo conectar con el público en cuerpo y alma y dar lo mejor apoyándose en la banda, que mantuvo la atmósfera de la sala caliente y agradable de principio a fin. El repertorio, un soul clásico y moderno a la vez compuesto de ritmos suaves y pegadizos, combinados con momentos intensos de funk, pop y rythm’blues. Destacando siempre, la poderosa voz del solista, más parecido su estilo al neosoul de Terence Trent D’Arby que a los clásicos Redding, Gaye ó Coocke, que tuvo momentos de gran intensidad.
Combinando baladas serenas en las que Bimeni se ondulaba suavemente por el escenario, subía de repente la fuerza del tema con buenos arreglos orquestales y crecendos en los finales en los que relucía la grandeza del órgano y los vientos -trompeta y saxofón-, vivos colchones que arropaban y daban densidad y atmósfera a los temas. Completaban la banda la buena base rítmica de batería y bajo, indispensable su finura en esta música tan negra- y una guitarra traviesa y con nervio que se escapaba por el funk y otros puntillos más rockeros a la que te descuidabas.
La banda triunfó en Valles. El público aplaudió y jaleó los temas, pidió bises y lo bailó todo. Los temas más funks y moviditos fueron los que más se celebraron, ya sabemos por donde va la vaina en Valles, aunque se disfrutaron también los temas más tranquilos. Un final emotivo, con Bimeni y la banda abrazados, sudorosos y deslumbrantes, agradeciendo al público y a la asociación Bocanegra la oportunidad del estreno de su disco, satisfechos por el resultado, y seguramente con ganas de celebrarlo durante toda la noche.  Por nuestra parte desearles suerte y éxito en su camino y agradecer también los buenos momentos disfrutados en su compañía. Para lo demás, nos vemos en Vallles.


Conchi Gálvez.


lunes, 19 de febrero de 2018

DANNY AND THE CHAMPIONS OF THE WORLD Sábado 10 de marzo 2018



La banda “Danny & The Champions of the World’ hizo nacer a su paso por Valles un sentimiento de entusiasmo y admiración entre los presentes que tardará en borrarse. Los británicos triunfaron por su música, su estilo y su entrega y simpatía en el escenario. Seis músicos de alto nivel que llenaron Valles de emociones y buena música. Presentaban en España su disco ‘Brilliant Light’ de 2017, en una pequeña gira de cinco fechas que se cerraba con nosotros en Valles, desde donde regresarían al día siguiente a Londres.
No parecía ninguno de los artistas nuevo en el oficio. Veterana y ya con bastantes discos en el mercado, la formación tiene en España sus buenos seguidores, algunos de los cuales se desplazaron hasta Valles para disfrutar del gran directo de la banda, que parece poseer algún tipo de efecto adictivo, por lo que pudimos calibrar.  Con algunos de estos fans observamos al final del concierto detalles de agradecimiento y simpatía por parte de Danny y su banda, una humildad y cordialidad muy de agradecer.
El concierto fue largo y muy completo, casi dos horas a todo trapo. Sin quererlo la cabeza se iba inevitablemente hacia Tom Petty en los primeros acordes de cada tema: un rock americano profundo, elegante y melódico, mezclando estrofas y estribillos amables con pulsiones eléctricas más sofisticadas. Tras Danny y su guitarra al frente, se lo curraba con vehemencia una formación de nivel, que incluía a guitarra solista, lap steel, bajo, batería y teclado. Sólidos en el contenido, buenos en la ejecución, personales en sus solos, todos contribuían a llenar el concierto de chispa y burbujeo.
El repertorio, muy variado: medios tiempos intercalados con profundas baladas y canciones más melódicas de aires folkrock. Toda una mezcla de sonidos americanos y toques de soul en los que Danny nos hizo ver que en un gran vocalista cuenta más el alma que la voz. En algunos temas, los más pegadizos, se pedía la colaboración del público en palmas y coros, cosa fácil porque la gente estaba para ello y porque las melodías lo pedían. Una música agradable de escuchar, evocadora y confortable, pero no por ello simple. La banda, atenta y honesta en su labor de acompañamiento, parecía cobrar nueva vida y crecerse en el final progresivo de muchos de los temas, una vez Danny dejaba atrás sus estrofas y estribillos pegadizos. Allí destacaban los refinados solos del guitarrista Paul Lush, la metálica calidez del lap Steel o la finura de los teclados, espesando las melodías y perdiéndose por los derroteros de la improvisación densa y selvática. Algunas personas me comentaban luego que algunos temas estaban excesivamente alargados y algunas de esas partes sobraban; para mí, fue de lo mejor del concierto…cada uno ya se sabe..
El concierto fue encandilando al público a marchas forzadas. Danny, al frente de todo, llevaba a la gente a su terreno, sonreía, hablaba, y la música iba llenando la sede de una suave agitación que al final ya se desbordaba. Bises y aclamación generalizada para acabar. Todo el mundo encantadísimo. En el rincón del merchan’ las fotos, los abrazos y la venta de discos duró un buen rato, la gente estaba feliz con la banda y todo eran felicitaciones. Los artistas, amistosos y bien dispuestos, no pusieron una mala cara ante la avalancha y se enrollaron con los fans.  Happy end total.

Conchi Gálvez

domingo, 11 de febrero de 2018

RESERVAS Concierto Danny and the champions of the world

Os informamos que ya podrán hacer sus reservas para el concierto de Danny 
and the champions of the world. Para los socios será el domingo 18 de febrero a las 12h y para todo público el sábado 24 de febrero a las 12h.



Para ello tendrán que entrar en el link siguiente: 

http://entradium.com/es/sites/NzM1MQ==



También pueden acceder a través de este QR:

 
Las reservas las podrán presentar impresas o si lo desean pueden descargarse
en el móvil las aplicaciones Passbook o Passwallet para IPhone y Android y llevarlas cómodamente en el móvil para validarlas en la entrada de la sede.

Comunicaros también que disponemos de una lista de espera para las personas 
que desean hacerse socios a medida que vaya quedando vacantes. 

Para ello tienen que mandar un email con su nombre y número de teléfono a: 

cuentasbocanegra@gmail.com

lunes, 5 de febrero de 2018

IMPORTANTES CAMBIOS

La amcBOCANEGRA ha decidido poner límite a la incorporación de nuevos socios. 
Es una decisión meditada desde hace tiempo con la intención de disfrutar de un aforo razonable. 
Las bajas de socios que se produzcan a lo largo del presente 2018 se pondrán a disposición para el 2019. 
La decisión de limitar el aforo de manera definitiva conlleva la puesta en marcha de un nuevo sistema de "reservas de localidades" para garantizar que tanto los socios como el resto de público pueda asegurarse su acceso a la sede social en los conciertos. 
El sistema consiste en la posibilidad de hacer dichas reservas de manera "anticipada".

Los socios dispondrán de un periodo de seis días exclusivos para ellos y posteriormente se abrirá el plazo para el público en general. 
Siempre se informará con suficiente antelación, tanto en nuestro blog como por SMS, e-mail, Twitter o Facebook, de las fechas concretas para realizar las reservas. 
Dichas reservas se harán a través de una plataforma online de pago con tarjeta. 
Este proceso conlleva unos gastos de gestión por evento de dos euros para los socios y de siete euros para los no socios que se solicitarán como colaboración al hacer la reserva. 
Las localidades que pueden resultar sobrantes de las reservas anticipadas seguirán estando disponibles en la entrada de los conciertos hasta que se complete el aforo.
 Este sistema será efectivo ya para el concierto de Danny and the Champions of The World del próximo sábado 10 de marzo.

En los próximos días publicaremos las fechas para las reservas anticipadas así como los enlaces a la plataforma online y las sencillas instrucciones de su uso.

martes, 30 de enero de 2018

RHINO BUCKET VIERNES 09 febrero 2018




Una apuesta por el hard rock más ortodoxo y ‘tradicional’ la ofrecida por la banda californiana Rhino Bucket en Valles. Herederos de la vieja escuela AC/DC, cultivan un estilo tan veraz, auténtico y contundente como los australianos, un rock sin artificios, trampa ni cartón. Más de 30 años dando caña en el escenario y las ideas muy clara avalaban un show con sonido propio y bien cocinado.

El concierto, sin sorpresas, gustó por su honestidad y por el trabajo bien hecho. Formación clásica de voz -esa voz tan rasposa y peculiar-, dos guitarras, bajo y batería. La estructura aparentemente simple de los temas, la intensidad, la contundencia rítmica y los guitarreos a pelo nos hicieron disfrutar del áspero y pesado sonido de las grandes bandas de rock.

La barrera del idioma una vez más frenó los intentos de comunicación del cantante y front man Georg Dolivo, que aún así se echó sus buenas parrafadas, a las que el público respondía con yeahs y aplausos a falta de algo mejor. Sonaron temas de muchos de sus discos, bastante parecidos entre sí de manera que se iban encadenando sin apenas distinguir cuando acababa uno y empezaba el siguiente. El sonido, perfecto en la sala, resaltaba la rotunda base rítmica, con un batera mazo y un bajista preciso y con empuje que metía también sus buenos coros. Echamos de menos un mayor protagonismo del guitarra solista, B. Forshyte, al que le faltó un poco de desparrame, porque el tío lo valía, y apenas se marcó un par de solos. En general todos estaban bastante formalinos, puede que por el cansancio de la gira, el mogollón de conciertos a la chepa o los años, que sin duda nos restan a todos frescura. No quiero con esto quitar mérito a la banda, que nos hizo pasar un más que buen rato y agitar las cabezas con energía. El volumen de público en la sala nos permitió disfrutar con comodidad los noventa minutos de un concierto auténtico en su planteamiento y desarrollo que acabó con aplausos sinceros de los presentes.

Conchi Gálvez
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https://www.youtube.com/watch?v=brKzBs6zDXc
 




miércoles, 17 de enero de 2018

CONCIERTU X ANIVERSARIU 27 DE ENERO 2018

Se celebró el pasado sábado 27 de enero el décimo aniversario de la asociación Bocanegra. Poco podía esta menda imaginar aquel 6 de enero de 2008 en el que Carlos Martagón y su banda Merienda de negros abrían el escenario en la pequeña sede de Valles con un concierto para los de casa y algún amigo llegado para la ocasión, que aquello iba a crecer y consolidarse hasta convertirse en uno de los mejores espacios para la música en directo de Asturias. El camino, como la vida misma, ha estado lleno de sorpresas, sol y nubes, aciertos y errores, encuentros y pérdidas. El número de socios ha ido creciendo, también el volumen de público, la presencia de artistas procedentes de todos los continentes-muchos de ellos tocaban en Asturias por primera vez-, la reforma y ampliación de la sede, las mejoras en el equipo, el lanzamiento del canal youtube para difundir de los conciertos con gran calidad, y mil pequeñas cosas más. La directiva de la asociación también ha ido cambiando en estos años, aunque algunos llevan currado en ella desde el principio, y es de ley agradecerlo. Creo que cada uno de los que hemos formado parte de ella en algún momento, en la medida de nuestras posibilidades, nos hemos esforzado para apoyar este proyecto colectivo nacido de la ilusión de unos pocos. De estos diez años queda ya un poso inolvidable. Anécdotas, miles; buenos momentos, los que más; marrones, alguno también, inevitables y a nuestro pesar. El crecimiento va exigiendo una mayor profesionalidad, responsabilidad y esfuerzo en la programación y la logística de los conciertos y eso pesa, pero ahí seguimos cada noche con ganas de disfrutar.
El aniversario se abrió con unas palabras de la presidenta de la asociación, Ana Canteli, quién agradeció el apoyo de los socios, el pueblo de valles y la familia Camblor que cede altruistamente la sede, y apostó por seguir en la brecha otros diez años como mínimo. Y ya dio paso a las dos bandas de la noche.
Abrieron ‘The Excitments’ band de soul llegada de Barcelona, con una trayectoria imparable. Con gran profesionalidad nos ofrecieron un concierto arrebatador, con un ritmo imparable y contagioso al que era difícil resistirse. Al estilo de las viejas bandas de soul y R’n’b, la elegancia y la pasión iban unidas y alentadas por la vocalista Koko Davis, una verdadera come escenarios, que no paró un minuto de bailar y dar marcha al público. Dando apoyo a su potente voz, y en perfecta armonía, una banda bien empastada y solvente, con dos guitarras, dos saxofones, bajo y batería. Sin protagonismos excesivos pero con eficiente dominio del repertorio, un soul enérgico y delicioso, nos llevaron en volandas durante todo el concierto, bises incluidos. Fueron despedidos con grandes ovaciones y el calor del público agradecido.
Poco tardaron en empezar los ‘Still river’. La banda, integrada por cinco músicos residentes en Bilbao, nos metió en vena el genuino sonido americano del rock de raíces. Una mezcla de rock clásico, country, blues, folk, hillbilly, psicodelia y lo que surja, interpretada con la devoción de las grandes bandas de los ’60-‘70. Mola encontrar buen rollo y disfrute en el escenario, y ellos lo transmitieron muy bien. Fieles al protagonismo de esas guitarras encendidas, la base rítmica omnipresente como un muro acogedor y un organista que inspiraba respeto, fueron encadenando un repertorio variado, mezclando aires intimistas y tranquilos, ritmos polvorientos que sonaban a country, sólidos temas del rock más sureño y guiños sicodélicos en electrizantes improvisaciones. La voz rotunda del vocalista y frontman Dan Cabanela armonizaba y daba continuidad a toda esa mágica mezcla que provocó mas de un aullido entre el público. Acabaron bien arriba, homenajeando a sus ídolos Gratefull Dead y despedidos entre ovaciones del público.
Conchi Gálvez

HEMEROTECA DE LOS CONCIERTOS Y ACTIVIDADES

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