Tercer concierto del ciclo de
blues en Valles, con la esperada presencia del británico Aynsley Lister (en
adelante AL, dichoso nombre!) y su estupenda banda formada por tres
todoterrenos de la escena en su país:
Steve Amadeo al bajo, Boneto Dryden en la batería y André Bassing en los
teclados.
Lo primero que debo es pedir
disculpas y confesar que escribo estas líneas casi quince días después del
concierto, y puedo deciros que a priori NO ME ACUERDO DE NADA, solo tengo un
nebuloso recuerdo de que el concierto estuvo bien, muy bien. Podría entrar en
youtube y recrearme con una buena sesión de videos, pero en esta patata de
ordenador que tengo resulta a día de hoy una verdadera odisea, así que paso, y
os contaré solo lo que recuerdo.
La aparentemente joven promesa
del blues británico es ya un puretilla de 40 años con un montón de grabaciones,
giras y master-class a sus espaldas: sí, como muchos colegas también se gana la
vida combinando la docencia con los conciertos y los discos. A pesar de que
para muchos aficionados es ya una estrella consolidada del blues rock
contemporáneo, AL resulta en el trato directo un hombre discreto y sencillo,
muy profesional, que llegó con su banda a la prueba de sonido más que
puntualmente, resolvió el tema sin contratiempos y quedó encantado con el
sonido y las condiciones de la sala. Tras la cena, breve descanso de la banda,
y al lío.
El concierto empezó más o menos a
la hora convenida, con una sede a medio gas que fue llenándose poco a poco, al
contrario que en otras ocasiones. Ya en los primeros temas, el artista y su banda nos convencieron con su propuesta:
un blues rock moderno, sofisticado y personal, propio de una generación que ha
bebido de muchas fuentes y ha sabido mezclar la esencia del blues británico de
los ’60 con la contundencia y espiritualidad del rock sinfónico y la frescura
del poprock más ochentero. La impecable técnica y educada persuasión de la
guitarra de Lister, combina a la perfección con su voz, íntima y cálida pero en
la que subyace el sutil desgarro del blues. El mágico sonido de la sala dio más
brillo aún al trabajo del guitarrista y su banda, tres musicazos bien curtidos
en sesiones y grabaciones que supieron destacar sin eclipsar al solista. En el
escenario, AL, poco hablador, se ensimisma y se concentra en el trabajo, la
guitarra toma protagonismo ya sea en riffs despiadados o en refinadas melodías.
La banda le sigue sin fallo alguno, compacta, envolvente, creando una atmósfera
potente que electriza al público. Como suele ocurrir, la intensidad del momento
sube, y todo va a más. Lister aprecia ese calor y se muestra más distendido con
el público, sonríe, dice que es su primera gira en España y que está encantado.
Los músicos también se muestran relajados y cómodos. Increíble la labor del
bajista, un máquina que tira del concierto con un punch ágil y preciso, que
refuerza muchísmo a la guitarra. También el batería hace lo suyo más que bien,
la base rítmica es en todo momento impecable. Lister juega con su banda, reta
en duelos y diálogos al bajista y al teclista, que se marca también sus
momentazos.
En el repertorio, temas propios,
básicamente de su último disco ‘Eyes wide open’, aunque también sonaron versiones
de blues clásicos, el ‘Crosstown traffic’ de Hendrix y el ‘Purple rain’ que se
ofreció como fin de concierto. Lógicamente seguidos de un bis más cañero, no
podíamos dejarles terminar con una balada, por mucho respeto que tengamos al
sr. Prince.
En fin, que la reseña acaba sin
mucho más que contar. Como nota, apuntaros que para muchos de los allí
presentes, según me dijeron, fue uno de los mejores conciertos disfrutados en
Valles, y vamos ya para diez años de actividad…, la oferta ha sido más que
variada… así que quedaos con ese dato….el de Aysley Lister en Valles fue un
conciertazo!
Conchi Gálvez.
1 comentarios:
Amazing, well done.
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