Se nos ha ido el verano en un suspiro, y a la espera del primer concierto de la temporada, sirvan estas breves líneas para hacer algo de memoria del último acontecido antes de este descanso. Fue el 28 de julio, una noche preciosa que empezó cálida y terminó tórrida. Desde Nashville llegaban a Valles el señor DeRobert y su banda ‘TheHalfTruths’, en una corta gira española que a toro pasado parece que les ha dado grandes satisfacciones.
A pesar de ser de Nashville, la meca de la música country, esta banda hace Soul en letras bien gordas. Un soul orgánico, vivo, estimulante. Sin grandes novedades en cuanto a composición o arreglos, fue la sinceridad, la naturalidad y simpatía dela banda lo que nos conquistó. Y el sonido de la sede, una atmósfera cálida y zumbeante. Al frente, y dándolo todo de principio a fin, un DeRobert enorme. Una voz rica y vibrante, que nos emocionó, encendió y nos hizo bailar. Sin presentaciones, argumentos ni protocolos, los temas se iban encadenando a un ritmo frenético. Tan pronto se metía en ritmos souleros arrullados por los metales como improvisaba en quebradas escalas de jazz dejando claro su dominio de la técnica vocal, que ya desde niño estudia y práctica. Pero a más de la técnica, era su alma entera la que este hombre lanzaba en cada uno de los temas, en cada gota de sudor que proyectaba desde el escenario, y fueron muchas. Por detrás, la banda iba dando soporte y alas a esos delirios. El batería incansable, se curvabasobre a su caja como si fuese a abrazarla o a fusionarse con ella, casi no se le veía detrás de los platos, tan concentrado, no se por qué me recordaba a aquellos pequeños mamíferos arborícolas de los bosques cálidos que se agarran con fuerza a los troncos sobre los que viven. A su lado,un bajistaimpasible iba marcando el ritmo al lado de un guitarrista más cercano al funk que al soul, insistiendo en unos ritmos mueve pies deliciosos; en la sección de viento, dos saxofones y una trompeta, rellenaban y enfatizaban ciertos momentos en buena armonía, aunque también hubo momentos para los solos más alocados.
Y en la sala, la gente encantada, todos bailando, medio axfisiados por la temperatura y el sudor que llenaba el aire de cálidos y húmedos vapores. En un momento dado, fue salir a la terraza a fumar y alucinar viendo como en lugar de la habitual cháchara irritante, la gente miraba expectante al escenario y bailaba como un solo ser, cada vez más animada. Todos ondulando la cintura y moviendo cabezas, hombros y caderas.Recordáis aquella escena de la capilla en ‘Granujas a todo ritmo’ con el reverendo Brown? Pues parecido fue…casi esperabas vera alguien atravesar de repente la terraza con un triple mortal, lo cual no hubiese resultado para nada inapropiado. En fin, ya ha pasado más de un mes, seguro que la cosa no fue del todo así, seguro que fue MEJOR. El sábado volvemos a la carga…nos vemos en Valles
Conchi Gálvez
https://www.youtube.com/watch?v=6B3G7fNp0gI
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