The Damm Truth & The Tibbs
Concierto bien gordo el ofrecido por el cuarteto canadiense The Damn Truth, toda una descarga de vintage hard rock que nos dejó sin respiro de cabo a rabo. La banda está en gira europea de presentación de su tercer disco, que ha sido muy bien recibido, y su trayectoria ascendente hace pensar que van a llegar alto. Sus cuatro miembros destacaron por su buen hacer y su entrega total en el escenario, destacando el magnetismo de la front woman Leela, guitarrista, cantante y percusionista ocasional, todo un imán de mujer con voz fuerte y poderosa y orgullo de quien sabe lo que hace.
El repertorio escogido, muy adecuado para el directo, estuvo lleno de brío con homenajes al rock vintage cañero, aunque no faltó alguna baladina para las que la que la vocalista sacó toda su dulzura y sensibilidad, y algunos temas más hard y stoner. Buen papel el del guitarrista Tom Shemer, que se mostró incisivo en sus riffs y demostró todo su virtuosismo en los intensos y electrizantes solos. También tremenda la pegada de Dave Traina a la batería, que sostuvo una base rítmica imprescindible para este estilo tan cañero y se lució en los solos. Con unos y otros, incluido el público que también sudó lo suyo, el show fue creciendo en intensidad y reventó ya en los bises, que fueron muy agradecidos y coreados. Con un sonido increíble, la sala recogió a la perfección toda la energía de la banda, inundando a los allí presentes que acabamos con la batería bien recargada para una temporadina.
No obstante, los de
Bocanegra se lo curran la mar de bien, y dos semanas después ya teníamos encima
otro concierto. Gran interés despertó la actuación de esta banda, con muchas
reservas on-line, de los holandeses The Tibss. Un grupo de neo soul integrado
por siete instrumentistas y una joven vocalista, con tres discos en el mercado.
El último bien calentito. Crearon una atmósfera envolvente y muy elegante en su
show, desgranando un repertorio suave de soul con ligeros toques de funk y ska,
estupendamente marcados por el trío de metales. La banda sonó bien compacta, destacando
la potente sección de viento, el toque clásico de la guitarra y la presencia
del siempre oportuno Hammond para enriquecer una atmósfera ya de por sí
sofisticada. La angelical Roxanne interpretó con frescura y voz clara un
repertorio más bien tranquilo, principalmente con temas de su último disco ‘Another
shot fired’, alternando con alguna balada y temas de onda más funk que
enseguida animaron al baile al personal. La gente disfrutó mucho del concierto
y terminó encantada, pidiendo bises y gritando el oé oé, máxima demostración
del triunfo de la banda en la sala de Valles.
Dos grandes conciertos
que, unidos a los ya disfrutados en esta nueva época traspandemia, están
poniendo el listón de 2022 muy alto. Así que a por todas ¡!
Nos vemos en Valles,
Conchi Gálvez
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