Noche encabezada
por la vocalista estadounidense Shanna Waterstown, residente en París desde
hace años, desde donde llegaba a España con su banda de blues soul. Ofreció un
concierto caliente y del agrado del público de Valles, que habitualmente llena
la sala.
Con dos discos
en el mercado y una vida entera en los escenarios, Shanna sabe lucirse y llenar
su show de momentos intensos. Su voz
fuerte, espesa y envolvente jugó a la seducción desde el principio con un
repertorio de temas propios y ajenos que gustaron al público. Además de temas
de sus dos discos, se incluyeron baladas, medios tiempos y algunas versiones
muy personales de clásicos como mojo
workin’, I just wanna make love.. money
that’s what I want, etc
En la banda,
destacó la presencia del guitarrista Jay Gogan, a quien conocimos como miembro
de la banda neoyorkina ‘The Healers’ y con quien compartimos tan buenos
momentos allá cuando empezábamos con la asociación. Jay sigue en su línea
blues-rockera como un auténtico todoterreno. Cumpliendo su papel de apoyo
rítmico, supo acompañar con elegancia y realzar en todo momento a la cantante,
y también llegar al público y calentarlo con sus solos llenos de intensidad y
desparrame.
El bajista por
su parte, muy efectivo, con una técnica funk tremenda, una digitación imparable
y un ritmo que se le salía por los poros. Una pena su técnica de pegada a las
cuerdas, excesivamente metálica, que quitaba calor y confort a su sonido.
Completaba la
banda el baterista italiano con una pegada tal vez demasiado intensa para lo
que se cocía en el escenario. En fin, no podemos decir que faltase pasión en la
noche, aunque si algo de coordinación entre banda y solista, que por momentos
parecía que iban por caminos diferentes. La voz y la interpretación de la
vocalista quedaban a veces un poco desarropadas cuando la banda no conseguia
sonar compacta, restando brillantez al conjunto.
Pero bueno,
hablamos de Valles y hablamos de blues, y eso es garantía de éxito. El público
como siempre a la tercera canción ya estaba caliente y con ganas de darlo todo.
Shanna, cada vez más cómoda, se movía ampliamente por el escenario, se acercaba
al público, bromeaba, le hacía cantar coros, dar palmas...El repertorio iba
ganando en ritmo y calor. Los solos de Jay todavía más agudos e intensos exaltaban
al público, que aplaudía con ganas. Así hasta un final con bises y ovaciones
para la banda, que se despidió agradecida.
Conchi Gálvez
https://www.youtube.com/watch?v=jWxMANr-1Bo
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