lunes, 10 de junio de 2013

JURANDIR SANTANA&VAUDI CAVALCANTI 15/06/2013

Leelo n'asturianu
Todo el calor y el color de Brasil inundaron el pasado sábado la sede de la asociación Bocanegra con un cuarteto de lujo, cerrando así el ciclo ‘Otras músicas’ que ha ocupado nuestra programación durante el mes de junio. Vaudí Cavalcanti llegó a Asturias hace 20 años, y desde entonces ha ido convirtiéndose en un verdadero embajador y divulgador de la música de su país. Ya sea a través de los siete discos que tiene publicados, en los que incluye temas propios y versiones de sus artistas preferidos, ya en los shows en vivo con distintas formaciones -siempre acompañado de excelentes profesionales-, y con un buen rollo y una perseverancia envidiables,  el músico de Recife recorre incansable Asturias y el extranjero cual moderno apóstol de la bossa nova y la música popular brasileña surgida en los años ‘60, sin olvidar otros ritmos más tradicionales como el samba, el frevo o el forró. En esta ocasión, pudimos disfrutar de su innato ritmo y su musicalidad en Valles acompañado de un trío de ‘all stars’: Jurandir Santana, guitarrista procedente de Salvador de Bahía y recientemente afincado en Barcelona, es un músico de larga trayectoria, muy respetado en su país de origen, un verdadero ángel del brasiljazz, que une a su depurada técnica una elegancia y un sentimiento cautivadores. Por su parte, la maestría de Tony Cruz al bajo está lejos de toda duda, como ya lo ha demostrado en las distintas ocasiones en las que ha pasado por Valles. Con un potente y riguroso groove, dota a  la banda de un colchón rítmico robusto y sofisticado, lleno de matices, que aporta a cada tema un cuerpo especial. Difícil tarea la del batería suplente para acoplarse a este elaborado ritmo, y sin embargo Chema Fombona lo consiguió, superando la prueba con un notable más que alto. Envuelto en una liada de última hora para sustituir a Carlos Manckuzo, se subió al escenario sin un solo ensayo y sin conocer el repertorio. Solo los grandes son capaces de asumir estos retos de última hora, y Chema ha demostrado  que tiene un backgroud tremendo y una sangre fría  o caliente, según se mire extraordinarias.
El concierto empezó sobre las once de la noche, con la sede a medio aforo. Ritmos suaves y bossa nova llegaban de la mano del ‘Brasil pandeiro’, el ‘Falsa baiana’ del gran Joao Gilberto o el  ‘Eu te devoru’  y el ‘Sina’ de Djavan, que fueron dando paso a temas más marchosos, como el famoso ‘Fato consumado’ del mismo autor, y el primer funky de la noche, un poderoso ‘Jacksoul’, donde los presentes ya irremediablemente nos mecíamos sin poder parar, hipnotizados por esas mágicas cadencias. Los impecables solos de Jurandir  al que siempre llamo ‘el Benson de Bahía’ por la similitud en el estilo, la limpieza y el gusto de sus fraseos con el famoso norteamericano, y por esa técnica tan bensoniana de cantar las notas en las improvisaciones que no se cómo se llama-, nos iban subiendo al cielo por momentos. Tras un breve descanso, Vaudí y Jurandir subieron al escenario para interpretar la intimista versión que hiciera en su día Caetano Veloso del ‘Billie Jean’ de Michael Jackson, para dar paso, ya con los cuatro músicos en plena forma sobre las tablas, a la parte más cañera de la noche, y así, bailando sin parar disfrutamos -con la sede y la terraza llenas ya- de temazos como el conocido y dulce ‘Capim’, de nuevo el funky con ‘Olhos coloridos’ de Sandra de Sá, o el ‘Linha de passe’ del enorme Joao Bosco. Las referencias al Brasil más folklórico y rítmico llegaron con la versión de ‘Qué bloco é esse’, típica marcha de carnaval del nordeste brasileño, y el ‘Morena tropicana’, con el que Vaudí reivindicó sus raíces pernambucanas. La banda sonaba muy caliente, sólida y compacta, y el buen sonido permitía distinguir con claridad las florituras de cada uno de los músicos, cada quién en su papel con una maestría admirable.
Tras el anuncio de la despedida y los espectaculares solos de bajo y batería, la banda nos ofreció un par de bises, el primero interpretando el precioso ‘Samurai’ de Djavan, que Vaudí dedicó a su amigo y antiguo colaborador Juan Florenti, bien conocido por estos lares, terminando con el famoso ‘Flor de Lys’ cantado en español y portugués. Una gran noche de fiesta en la que los presentes disfrutamos muchísimo, tanto desde abajo como desde el propio escenario, como así nos comentaron los músicos al terminar la actuación, y que dejó el espíritu pleno de agradables sensaciones a los muchos aficionados a la música brasileña. Quiero destacar también la cordialidad de estos grandes músicos, así como su humildad y sencillez, que los hace aún más dignos de admiración, y que a veces es tan difícil de encontrar, en la música y en la vida en general.

Conchi Gálvez.
Léelo n'asrurianu
JURANDIR SANTANA&VAUDÍ 15/06/2013
Fotos: Nacho Sariego

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