martes, 14 de octubre de 2014

DELTA MOON Y DIXIE TOWN 24/OCTUBRE/2014

Léelo n'asturianu
Si los músicos son como tocan, realmente este viernes nos hemos topado con unos ‘high class’ dentro y fuera del escenario. Así fue el concierto de los estadounidenses Delta Moon, banda con un sonido profundamente sureño que combina elementos del blues clásico, el folk, el  swampblues, y el roots rock y que destaca por el acertado uso del slide.  
A falta de la banda de entrada, Dixie Town, que no pudo llegar al concierto tras quedar tirada en la carretera, sobre las 23:00 horas, y con la sala vacía - al público hubo casi que agarrarlo por el cuello para meterlo para dentro, de lo guapa que estaba la noche fuera y el ambientín que había en el chigre- empezaron a sonar los primeros acordes de un concierto de más de dos horas lleno de buenos momentos.
Delta Moon está integrado por dos grandes guitarristas de blues procedentes de Atlanta, Tom Gray y Mark Johnson, que se acompañan con una sección rítmica -bajo y batería- variable pero muy profesional. Llevan tocando más de 20 años juntos, y eso se nota muchísimo en el perfecto entendimiento y el empaste que muestran en el escenario. Tom Gray, compositor de la mayoría de los temas, canta también, con una voz áspera y ligeramente rota aunque confortable, y se acompaña con su guitarra lap steel medio tumbada sobre las rodillas, y los dedos de la mano derecha llenos de púas, mientras Johnson le sigue bien de cerca con una eléctrica de pulcrísimo sonido y su inseparable dedal. Son la pareja perfecta.  En ellos lo complicado parece sencillo, el ego y el ‘porque yo le valgo’ dan paso a un lenguaje perfecto en el que ninguno está por encima del otro, demostrando, además de una manifiesta técnica, una cortesía y un saber estar compartiendo escenario ejemplares.
El extenso repertorio que nos ofrecieron puede resumirse como ‘delicioso’, pleno de reposado buen gusto, talento y saber hacer. Sin duda el de este viernes ha sido uno de los mejores dúos de  slide que han pasado por nuestro escenario, y de los que yo he visto en mi vida.  A lo largo del concierto, que empezó bastante tranquilo y acabó con un bis extralargo, escuchamos verdaderos temazos como ‘Hell Bound Train’, ‘Black Cat Oil’, ‘Midnight train’, ‘Black Coffee’, o ‘Clear blue flame’, y algunas versiones, como la conocida ‘You gotta move’ de Fred McDowell. Melodías, sonidos y riffs que sonaban a conocidos, llenos de lugares comunes, desde los aires más viejos del Delta de Robert Johnson hasta los más eléctricos de JJCale, Canned Heat , Ry Cooder o el rollo Mark Knopfler con los Notting Hillbillies
El cuarteto sonaba de muerte, completamente empastado, lustroso. Cada uno en su papel, Tom y Mark muestran su personal estilo y su nivelazo con el slide y lap steel, pero sobresalen  y se crecen en los diálogos, dúos brillantes que fluyen como quien no quiere la cosa y crecen con una naturalidad magistral. A pesar del colorido de las dos guitarras, la palpitante base rítmica estuvo en todo momento en su sito, con unos acompañantes impecables –siento no haberme quedado con sus nombres- que también tuvieron momento para su lucimiento individual, cuando los dos guitarristas se retiraron elegantemente a un lado del escenario.
Lo de este viernes no fueron fuegos de artificio, ni explosiones de decibelios. Delta Moon es otra cosa. Los allí presentes - los de siempre y caras nuevas- disfrutamos de una música reposada, sin estridencias, pero llena de buen gusto, de una profundidad y una honestidad de esas que llega directamente al corazón, y que nos supo a gloria. Mostraron el mismo buen rollo en el escenario que fuera de él, cuando departieron amistosamente con los fans que por allí pululábamos. Todo un ejemplo de lucidez y noble veteranía, que sin estridencias lo demuestra todo cuando no tiene ya nada que demostrar. Más de algún ‘rockstar’ tendría que haberse pasado por aquí pa flipalo un poco, o no??

Conchi Gálvez
Léelo n'asturianu
Traducido por Miguel Isla

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