jueves, 19 de enero de 2017

SHIRLEY DAVIS & The Silverbacks 28/Enero/2017

Concierto 9º Aniversario
Pocos son los momentos en la vida en que nos paramos a pensar lo rápido que va todo, y cómo las cosas pueden cambiar -pasa a veces, sí, amiguitos- para bien. Así a lo tonto y como quien no quiere la cosa celebramos el 28 de enero el noveno aniversario de la asociación Bocanegra con un conciertazo que difícilmente hubiésemos podido imaginar en los inicios de esta aventura, el cartel de ‘Completo’ en la puerta, y muchos amigos celebrado con nosotros los buenos momentos disfrutados en este mundo aparte de Valles.
Se abrió la noche con la intervención de la presidenta de la asociación, Ana Canteli, que ante una sala llena de socios y de caras nuevas se mostró orgullosa de estos nueve años de vida de la asociación en la que han pasado y hemos vivido tantas cosas. Confirmó que hay ganas de seguir trabajando y de hacer las cosas bien, agradeció a los dueños de la sede la cesión gratuita del local, a los vecinos de Valles su paciencia y respeto con las actividades celebradas, y prometió un décimo aniversario espectacular. Gran aplauso y ganas de concierto al acabar Ana su intervención.
Enseguida subieron al escenario la banda de la noche, los Silverbacks, que se marcaron la introducción con un par de temas instrumentales sugerentes, muy smooth soul, antes de la aparición de la solista Shirley Davis. La banda madrileña acompaña a la cantante  en esta gira de presentación del disco ‘Black Rose’ grabado el año pasado para el sello Tucxone Records, una joyita de producción e interpretación que merece tener en casa.
Los primeros temas interpretados ‘What can I do’, ‘Two worlds’ o ‘Burial of a dead Star’ demostraron ya el poderío vocal y la fuerza de Davis, en su salsa en el escenario, que animó a un par de espontáneos a subirse y bailar con ella. Irresistible la voz y la personalidad interpretativa de la solista, arropada siempre por unos colchones de vientos y de teclado muy sofisticados.
El sonido de la sala resultó realmente increíble, como un disco sonando en un equipo hi-fi de los buenos, y no está demás felicitar al técnico Jorge Alvarez-Nava, que se lo curra siempre a base de bien, porque el tío se superó esta vez. La voz de la cantante, cálida y aterciopelada, llena de color, sonaba clara y con fuerza por encima de una banda muy equilibrada, impecable en la ejecución y de gran profesionalidad a la que solo hubiésemos podido pedir solo un poco más de frescura e improvisación. La base rítmica marcada Jorge ‘Canario’ –que ya había estado tocando en Valles seis años atrás con los amigos de ‘Tea Band’- y un inmenso Diego ‘Comandante’ Miranda al bajo, que estuvo todo el concierto con una presencia increíble, daban un tono al concierto en el que era imposible estarse quieto.
El calor iba subiendo, iban sonando baladas y medios tiempos suavinos, como el guapísimo ‘Make my day’ muy en la onda de Van Morrison, impecablemente interpretados, empujados por la gran expresividad vocal de la solista, y la finura de la guitarra y los teclados. El público ya estaba caliente y con ganas de darlo todo. El repertorio iba ganando en ritmo y calor. Sonó ‘Two worlds’  con un tumbao de bajo irresistible y una presencia de metales  de esos  pelosdepunta. ‘My universe’ con un teclado hipnótico y una elegancia que recuerda aquellas pelis de James Bond. El aposteosis llegó con el tremendo funky ‘Vanity’ , con un  bajo pa caer de culo, y unos teclados y vientos enloquecidos,  en el que Shirley pidió la intervención del público en los coros. Bailábamos todos, hacíamos coros y lo que fuese, estábamos en las nubes.
Estaba la sala entera muy arriba cuando Shirely se despidió del público, y con ganas se pidió a grito pelao un bis, que disfrutamos sabiendo que aquello se acababa. En fin, es un hasta luego, no un adiós. Como siempre, nos vemos en Valles.

Conchi Gálvez
https://www.youtube.com/watch?v=BxF3teXZq_0

sábado, 7 de enero de 2017

ULYSSES 14 de Enero 2017

Desde Bath, una ciudad cercana a Bristol, y en plena gira española, los británicos Ulysses presentaron en Valles su tercer disco ‘Law & Order’ en un concierto irregular que terminó convenciendo a un público no muy entusiasmado a priori. Liderados por el cantante y guitarristra Luke Smyth, la  banda cataloga alegremente su música como future classic rock, y la adornan con adjetivos como glam y psicodélica, matices que tímidamente se apreciaron en el directo de Valles.
El concierto empezó puntual y con la sala bastante animada, a pesar de las gélidas temperaturas y de la más punzante cuesta de enero, que presagiaban una noche desierta. No fue así, los conciertos de Valles tienen tirón y la oferta por estos barrios es bastante escasa, así que el ambientillo en la sede resultaba hasta cálido.
Los británicos llegaron en una formación de dos guitarras, bajo y batería, acompañados de buenos juegos vocales y una propuesta de rock muy personal. No es fácil presentar un repertorio tan desconocido y arriesgado ante un público completamente nuevo, hechos que dan un punto a favor a los músicos que como Ulysses defienden lo suyo con valentía.
Así con todo, empezaron el concierto bastante fríos, con unos temas que no consiguieron conectar con el público. Tampoco la barrera idiomática facilitó mucho las cosas, y desde el escenario no se mostraron demasiado comunicativos, aunque más de una vez intentaron sin éxito explicarse algo en español, y no entendimos nada. El  espeso repertorio elegido -imaginaos algo compuesto por  los Who después de acabar la noche en un after de Detroit-  iba poco a poco encadenando temas más decididos y contundentes, crecidos sobre de las raíces más clásicas del beat rock y la psicodelia, pero con aires post-punk descarados y vigorosos, gamberros en algunos momentos. Buen ritmo y presencia constante del batería Shane Maxymus, que subió a la banda en algunos momentos en que voces y guitarras parecían colarse por algún sumidero de monotonía oscura y rara. A medida que avanzaba la noche, músicos y público íbamos calentándonos mutuamente, y empezamos a disfrutar de las voces, buenos riffs y melodías guitarreras muy apetecibles. El sonido de la sala, perfecto, contribuía a dar brillo y presencia al directo y ya nos dejamos envolver por completo en aquel abrazo ondulante y progresivo que fue conquistando al personal. Terminaron muy arriba, dando buena cera, y se retiraron unos segundos, volviendo al escenario con un bis monotema y muy rápido que quedó un poco descafeinado, nadie es perfecto. Nos vemos en Valles

Conchi Gálvez

HEMEROTECA DE LOS CONCIERTOS Y ACTIVIDADES

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