Léelo n'asturianu
El murciano
De Ferre es un guitarrista bien curtido en la escena centroeuropea del blues, a
la que llegó después de una vida llena de viajes, domicilios en diversas
ciudades españolas y europeas, y participación en distintas bandas -fundamentalmente
de jazz- donde inició su carrera. Ahora, con una nueva vida en Lieja (Bélgica)
y tras dejar atrás su paso por el reconocido grupo holandés The Hoodoogang, se
ha especializado en actuaciones en pequeño formato (trío), o incluso en
solitario, como le disfrutamos el pasado viernes en Valles. Estudioso y amante
de las raíces del blues, su repertorio se concentra en el Delta Blues, con canciones
correspondientes a las décadas ’20 y ’30 del pasado siglo, revisando a los
autores pioneros -Robert Johnson, Blind Lemon Jefferson, Spik James o el primer
Muddy Waters- , a los que homenajea con refinadas versiones o con temas propios
inspirados en ellos, recogidos, por ejemplo, en su último disco ‘Twelve Shades’.
El inquieto intérprete, que ya
pasó por Valles en 2009 dejándonos un gran sabor de boca, ofrece una técnica
depurada y un gusto selecto a la hora de componer e interpretar, acompañándose
de diversos instrumentos como el dobro y el Lap Steel, o incluso los fabricados
por él mismo con cajas de galletas o de puros.
Los temas están muy currados, ha
pasado años perfeccionando un estilo que le permita actuar en solitario, -muy
diferente al que esgrime cuando toca en una banda como guitarra solista o de
acompañamiento-, teniendo en esta ocasión que combinar melodías con bajos y
ritmo, para lo que utiliza con frecuencia el slide y el fingerpicking. Y acompañándose también de la voz, que domina
y empasta a la perfección con el instrumento. Se lo toma en serio, el hombre
pasó dos años estudiando canto antes de atreverse a utilizar la garganta en el
escenario, y eso se nota. Una voz áspera pero convincente acompaña a los ritmos
intensos y sincopados de la guitarra, unidos a letras escritas en su día por los
negros de la orilla del Mississipi en claves poéticas y metafóricas que
intentaban saltarse la censura del momento, y que el intérprete fue presentando
al numeroso público que llenaba la sede con un acertado rigor histórico. No
faltaron los guiños a temas muy conocidos, como el ‘I just want to make love to
you’, que ‘Chile’, el cantante de CCBB, acompañó con su armónica.
En la segunda parte de la noche, el
blues volvió la cara hacia Chicago, evolucionando hacia el rythm and blues, el
rock and roll y el swing de la mano de Capitán Cavernícola Blues Band. Un
cuarteto de Avilés formado por los hermanos Luis y Pablo Fernández a la
guitarra y el bajo, Alejandro Nelson ‘Chile’ a la voz y la armónica y el
batería Charly Sevillano, que se acompañaban en esta ocasión con un trío de
metales. La banda lleva más de 20 años funcionando con varios discos ya en el
mercado- el último llamado ‘Blues Band’, presentado este mismo año-, aunque lo que disfrutan con verdadero deleite
es el directo. Genuinos animales de escenario, tocan habitualmente en festivales
y garitos de toda Asturias y en distintas ciudades españolas, exhibiendo un
show pleno de desbordante energía en el escenario, un festivo homenaje al rock
and roll más genuino, interactuando permanentemente con el público y buscando su complicidad, aunque en esta
ocasión en Valles la gente parecía decantarse más por la escucha atenta que por
el bailoteo generalizado. Empezaron presentando temas propios, llenos de ritmo
como ‘Sueño’, ‘Ella me trata bien’, ´’Salgo por la noche’ o ‘Así no hay quien
viva’ que da nombre a su último single y videoclip, entre los que iban
intercalando conocidas versiones como el ‘I’ve got mu mojoworkin’, popularizado
por Muddy Waters, el ‘Room to move’ de John Mayal o ‘La tierra de las mil
danzas’ de Wilson Pickett. En el escenario la banda se desenvolvía con
comodidad -tantos años juntos dan complicidad y solidez al grupo- mostrando animosas introducciones, una base
rítmica sencilla pero muy energética y resultona, y un cantante que no paraba un momento en el
escenario, bailando y espoleando al personal, encadenando temas que hablan de
la vida cotidiana y del amor con constante toques de humor, y acompañándose de
la armónica. El trío de metales, con Jorge Viejo y Tomás Fernández a los saxos,
y Rubén Hernández a la trompeta, aportaba brillo y color a los temas, dándoles
un toque más soulero y acercándolo también a las bigbands de los ’50. El show transcurrió lleno de ritmo y
dinamismo, acelerando al público que al final bailaba y coreaba los temas
conocidos, como el ‘Born to be wild’ famoso por la peli ‘Easy Rider’, y que terminó sudando la gota
gorda.
En fin, una muy agradable noche de verano, calurosa y plena,
la disfrutada en Valles, llena de referencias al blues que tanto nos gusta a
los de Bocanegra, y que como siempre compartimos con los amigos y amantes de la
música en directo, esa extraña secta.
Conchi Gálvez
CAPITAN CAVERNÍCOLA & DE FERRE 09/08/2013 Fotos: Nacho Sariego |
1 comentarios:
Un gran abrazo desde Bélgica!!! :-)
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