Hay dos momentos marcados en mi agenda personal que espero con ansias cuando quedan pocos días para que ocurran. Uno es disfrutar sentado ante el televisor cada nuevo episodio de Treme y el otro es asistir a los conciertos que al menos una vez al mes programa la Asociación Pepe Bocanegra en su magnífica sede de Valles. El pasado 10 de noviembre se produjo un fenómeno paranormal que hizo que ambas citas coincidieran simultáneamente y de forma inesperada en el tiempo. Treme es una serie que comienza tres meses después del Huracán Katrina y centrada en difundir el maravilloso legado afroamericano de la música de Estados Unidos. Cada capítulo es un fantástico recorrido por los sonidos que forman Nueva Orleans, bajo la piedra angular del jazz, aunque también se escucha mucho R&B, funk, folk, honky-tonk y hasta rock. Treme es una fiesta del ritmo, una gozada para los oídos y esa misma sensación experimentamos los y las asistentes este sábado a la noche de blues con los grupos asturianos Blues & Decker y Maraya Zydeco.
Pasadas las once subieron al escenario los cuatro integrantes del grupo gijonés Blues & Decker para presentarnos su disco "Stealin' the blues". Curtidos en directo gracias a los más de treinta conciertos que llevan realizados este último año, como nota curiosa destacar que la noche anterior habían estado en el aniversario del bar Boca a Boca de Oviedo y no pudieron acabar la actuación al presentarse la policía. Venían con ganas de tocar y abrieron con ‘Everyday I have the blues’ de Memphis Slim al que siguieron temas propios como ‘Posology’ y ‘Second Sight’. Durante una hora larga nos llevaron de viaje por las distintas variedades del blues, demostrando su buen conocimiento del repertorio clásico, al que dan un toque personal y sofisticado. Apenas hubo pausas entre canciones, una taladradora eléctrica continua solamente alterada por los alaridos y gemidos de su cantante Guzmán, que enfundado en un traje negro, recordaba por momentos a Jon Spencer Blues Explosion.
A continuación y tras un respiro en el que la asociación aprovechó para proyectar videos de los próximos conciertos que tendrán lugar en Valles, entre los que además de grupos nacionales, cabe destacar la presencia de bandas americanas como The Muggs, Dirty Names y American Dog, subieron al escenario los componentes de Maraya Zydeco. El término Zydeco hace referencia a la música que originó la combinación de la tradición musical Cajún y algún elemento del Blues. Es, por tanto, la música propia de los afroamericanos de Luisiana de lengua francesa. La lluvia que caía torrencialmente fuera del local se convirtió en un huracán que como a Dorothy en el Mago de Oz, nos transportó volando en esta ocasión a Nueva Orleans. Uno de los personajes que más me gustan de Treme es Annie Tee, la prodigiosa violinista callejera. Su violín surge entre trompetas, trombones, pianos y tantos otros instrumentos mágicos que pueblan Nueva Orleans. A lo largo de las tres temporadas de la serie vemos como Annie, una violinista profesional que se ha ido alejando de la música más clásica para adentrarse en los terrenos del jazz, va creciendo como músico, formando su propia banda, componiendo sus propias canciones y tocándolas en bares y salas de la ciudad. Algo parecido le ha sucedido a María Álvarez, en su caso con el acordeón y que con el que al igual que Annie ha conseguido unir lo clásico con músicas de raíz, adaptando su técnica a un buen blues, un rock'n roll o lo que haga falta. Sin embargo Maraya Zydeco no sólo es el acordeón de María sino también la voz y la guitarra virtuosa de Michael Lee Wolf, la batería apabullante de Alejandro Blanco y el bajo de cinco cuerdas de Ángel de Miguel. Temas propios como ‘Libretón’, ‘Never been to Memphis’ y ‘Cajun Food and Creole’ junto a versiones como ‘Bed on the floor’ del gran Woody Guthrie nos tuvieron casi dos horas sin parpadear por el ritmo frenético que impuso la banda.
Yo en primera fila y agarrado a mi cerveza no podía quitar los ojos de María y su forma de tocar el acordeón, su intensidad, chorreando todo el blues del delta inyectado en sus venas. Y entonces ocurrió, de repente me vi metido en un capitulo de Treme, como uno de esos personajes anónimos de la serie debilitados por sus recientes pérdidas, hartos de la incompetencia de los políticos y que a pesar de todo, al igual que las personas que trabajan de forma desinteresada para la Asociación Pepe Bocanegra, insiste en sus aspiraciones de proteger la música, el arte y la cultura, con el valor añadido en este caso de hacerlo desde lo rural.
Dice el trompetista, periodista y locutor de radio Carlos Pérez Cruz: “Mis orejas son mi corazón. Mis orejas inoculan el oxígeno que necesito para seguir vivo. Necesito músicas que me hieran, que me sanen, que me inquieten, que me deslumbren y me apaguen, que me hagan arder en el infierno para encontrar con ellas la paz.” Con la noche blues creo que todos y todas nos olvidamos por unas horas de la triste realidad cotidiana que nos rodea y la música en directo ejerció un efecto balsámico que nos llevamos como un tesoro a nuestras casas. Solo faltó a la salida, la típica barbacoa Cajún y Creole que también podemos ver en Treme, donde además de la música, la comida ocupa un lugar central.
Jasón Martínez
Música de tréme en Spoty: http://open.spotify.com/user/blackheym/playlist/2q7GEfFce2lsczEVinJMoG
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