miércoles, 20 de marzo de 2013

II ALCUENTROS DE MÚSIQUES FECHES N'ASTURIES



Qué por mayo era por mayo cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor..’. Así daba vida Berto Varillas al sentido y anónimo ‘Romance del prisionero’ sobre un sorprendente ritmo de ranchera el pasado jueves en Valles. Nada que ver con la noche fría, húmeda y lluviosa -pero muy asturiana al fin y al cabo- con la que se abrieron los II Alcuentros de Musiques feches n’Asturies. Una apuesta de la asociación Bocanegra por las músicas de raíz en la que tuvimos la ocasión de disfrutar de bandas de muy diferentes estilos, que por momentos nos hicieron viajar por los más  pintorescos rincones de nuestra tierrina.
Empezamos el jueves con Bon Tastu, trío integrado por Fernando Oyagüez, Gonzalo Pumares y Xurde Fernández, antiguos componentes de conocidos grupos del ámbito folk como Blima, Felpeyu y Corquieu y que estrenaban en Valles su nuevo proyecto. Presentaron un repertorio basado en arreglos propios de diferentes melodías tradicionales asturianas (N’el portalín de piedra, saltón del centru, El garrotín, Xuanín de Mieres, saltónd’Urbiés..) y algunas composiciones propias, alternando con temas tradicionales bretones y reels y jigs escoceses. Sencillez y dulzura aportadas por el ritmo de la guitarra acústica, la flauta travesera y el violín; un folk ‘de cámara’ adornado por constantes improvisaciones y sutiles detalles de los intérpretes. Tal y como si estuviéramos sentados al calor del llar en una cabañina del Sueve,  en un ambiente íntimo y cálido, nos dejamos envolver por unas melodías a veces suaves y tranquilas como el orbayu en el verano, otras inquietas y revoltosas, burbujeantes como un de arroyo de montaña. Juanjo Díaz, percusionista de la Mining Company, les acompañó con el  bodrhán en un par de mixes, el primero compuesto de tres melodíes tradicionales asturianes: Fuiste al Carmín de laPola/Barganaz/Danza san Roque, y el segundu de tres reels irlandeses: Cregg's Pipes/Uist Reel/JohnDoherty's.
A continuación, y para sumergirnos en el ambiente del chigre más genuino, ese donde la parroquia arregla el mundo y entona cancios populares compartiendo unas botellinas de sidra,  subieron al escenario los integrantes de la Asturiana Mining Company. Una banda más que consolidada dentro del folk en nuestra región, poseedora de una amplia e interesante trayectoria que podríamos calificar de  arriesgada  e innovadora. El grupo fue fundado en 1998 por el archiconocido Michael Lee Wolfe, y por él han pasado reconocidos músicos de la escena asturiana, hasta llegar a la formación actual integrada por el citado Lee Wolfe a las guitarras, Berto Varillas a la voz, gaita y flauta, Juanjo Díaz y Sergio Pevida a la percusión, Mario Gutierrez al acordeón -sustituyendo a la explosiva María Álvarez-  y los coros de las ‘golden sisters’ Gema y Silvia Fernández (Puri P., te echamos de menos), la segunda aportando también bajo eléctrico y guitarra al grupo.
Se  definen a sí mismos como un laboratorio o taller de ideas para la experimentación y el aprendizaje, aspectos que sin duda se aprecian en todo su repertorio, donde piezas y cantos tradicionales se reinventan con arreglos eléctricos de lo más actual, mezclando con maestría el blues y los espirituales con las vaqueiradas, pasodobles y muñeiras. En Valles ofrecieron un repertorio integrado por temas de su ya numerosa colección de publicaciones, con especial protagonismo del último disco, Sones por Berto Velasco, publicado en 2011: ‘Baila, galleguina, baila’, ‘Los Curas’, ‘La Mitad la mio cama’ o ‘Carolina’. Este disco es un homenaje de Berto Varillas a su padre, gran luthier y para muchos ‘reinventor de la gaita asturiana’ e incluye el bonito tema ‘Si nun conoces Val.louta’, Premio al Meyor Cantar y Premiu del Públicu del festival Liet Internacional, ambos en 2012. Hablar de la trayectoria profesional de cada uno de los integrantes de la banda daría para llenar tres cuadernos y por eso no lo vamos a hacer, más cuando la formación responde a un formato compacto y coral, donde no se busca el protagonismo individual, pero todos brillan con luz propia. Así, en un momento dado pudimos fijarnos  en una elegante y afunkada línea de bajo, regodearnos con un estimulante punteo en la guitarra, adivinar la complicidad rítmica de los dos percusionistas -bodrhan y pandero vs. caja, cencerro y cajón-,  o  dejarse ir, todo ojos y oídos, a los juegos del armónico acordeón. La enérgica y decidida voz de Berto Varillas no admitía bromas, y se amoldaba de maravilla a los  ubicuos coros y la puntual y ebullescente presencia de la gaita. Un sonido sólido, compacto y muy elaborado el de esta banda que finalizó su actuación en Valles con  la  emotiva ‘Trova del mineru’ que formara parte de la BSO  de la película ‘Pídele cuentas al Rey’  y que el público escuchó desde un vibrante respeto, como el resto del concierto.
La noche del viernes, de la mano de Xera y sus sugerentes atmósferas, volamos a los rincones más remotos y atávicos  de nuestra geografía: picos afilados, profundas gargantas, acantilados abiertos a los vientos cantábricos y valles escondidos y verdes parecían envolvernos y llamarnos desde el escenario. Interculturalismo y amor a la naturaleza y las tradiciones de la tierra que los vio nacer son las premisas en las que se basan las composiciones de esta inusual banda, que mezcla lo arcaico y lo contemporáneo con gran originalidad.
Nacidos en el año 2004, Xera tiene ya tres discos en el mercado, Lliendes, Terra y Llume, todos publicados bajo la licencia Creative Commos, donde unen con acierto la música electrónica con la tradicional asturiana, que han sido acogidos con muy buenas críticas. Este año recibieron el premio AMAS al mejor directo, y sin embargo, apuntaban durante la cena lo poco que se sienten reconocidos en Asturias, siendo sin embargo reclamados por numerosos festivales de ámbito internacional.
Ya en el escenario, la actividad era frenética. Cinco músicos multi-instrumentistas, que continuamente alternaban posiciones, y cambiaban de instrumento, combinando con naturalidad los tradicionales - violín, el bouzouqui, ravel, zanfona, bodrhan o  gaita- con la batería electrónica y los sintentizadores. Las singulares composiciones, con títulos tan alusivos como ‘Tierra’ -Premio Meyor Cantar 2010-, ‘Sol’, ‘Una Llume’, ‘Espertar’ o ‘Vientos’, hablan del nacimiento de una nueva conciencia, la trascendencia de los sentimientos y la necesidad de un cambio en nuestros planteamientos como sociedad y como individuos. Acompañando a una voz de matices élficos, las bases electrónicas y las grabaciones de poetas asturianos completaban el ambiente onírico y evocador, echándose un poco de menos alguna proyección de fondo que hiciera ‘el viaje’ más definitivo.
Vérval, el vocalista y miembro fundador del grupo junto a la instrumentalista Flavia agradeció en varias ocasiones la apuesta por la cultura hecha y consumida desde lo rural, una cultura que en su opinión debe de ser LIBRE y abierta, y abogó por la persecución incondicional de los sueños y metas que muchos pensarían imposibles, pero que tanto en el pasado como en el presente han guiado el devenir de los inconformistas y han ido cambiando el mundo. La banda conectó con un público numeroso y atento que les pidió tres bises, y solo al final tímidamente se animó a danzar los últimos temas.
La noche del sábado nos metimos en las trincheras de la Asturias más urbana, reivindicativa y rebelde. Abrió Stroza y su Banda Gansa, el proyecto puesto en marcha en 2010 por Tante Blanco,  quien en su día fuese fundador de Los Berrones. Tante se ha rodeado de una completa banda, con la que se le veía cómodo y a gusto, para presentar en Valles los temas de su disco Música de Garrafón, que tanto en sus letras como en su estilo músical nos recordó mucho al citado grupo Berrones, histórico ya en la crónica del rock de nuestra región.
Música de Garrafón encierra un pop-rock fresco y resultón, lleno de letras divertidas y sinceras, que destilan la socarronería de la Cuenca por todas las esquinas y que sirven tanto para dar caña a quienes nos manipulan y roban impunemente -Atraco en el banco-, a los listos y arrogantes que van por la vida dando unas lecciones que nadie necesita -en el Blues de los zoquetes-, o a quienes practican un amor barato y sin compromiso -en Aquí te pillo, aquí te mato-
Ante un público cómplice que fue llenando la sede, la Banda Gansa, formada por Javier Barrigón a la guitarra solista, Marcos Martinez al bajo, Turo Fernández a la batería y Pelayo a los teclados respondía de manera sólida y compacta a la presencia del solista, apoyándolo con coros y acertados solos, homenaje a los más genuinos grupos de rock americano. Incluyeron también una bonita versión de una balada de The Eagles sobre un amor no correspondido -Serenade- y volvieron dar caña, en una  apasionada defensa del rock auténtico frente a la perturbadora ‘música de garrafón’ apoyada desde las multinacionales y los mass-media en el tema que da nombre al disco.
A continuación, y con la sala y terraza abarrotadas, llenaron el escenario los candasinos Skama la Rede, una actuación que ya esperábamos desde los pasados Alcuentros y que puso la sede de Valles ‘pates arriba’. Celebrando su primera década en activo, tocaron temas de sus tres discos La nuesa historia, Echaos a la mar, y Ye too mentira, y adelantaron en primicia cuatro de los que formarán parte del nuevo álbum, que esperan grabar este año. Un repertorio amplio que incluyó temas ya míticos, como ‘Internacionalista’ y ‘Condenau’, Premios al Meyor Cantar 2006 y 2009, respectivamente, y otro sin fin de ellos como ‘Asturies Borracha’ ‘Días de Comedia’ ‘Yes Mongol’ o ‘Ni un pasu atrás’ verdaderos himnos que la peña coreó y bailó a un ritmo frenético. Nos ofrecieron un directo lleno de ska, contagioso y estupendo por impetuoso, divertido y genuino. Son reivindicativos de principio a fin, llevan apostando desde sus inicios por la oficialidad de la llingua asturiana y la auténtica revolución en todos los sentidos, sin concesiones a un sistema que critican con contundencia.
La banda - formada por Miguel Fernandi ‘Burilo’ a la voz, Eduardo Fernández y David ‘Suárez’ a las guitarras, Fonso Sánchez al bajo, Fer Ortiz a la trompeta Xandru Vega a la gaita y Jose Angel Rodriguez ‘Llou’ a la batería- es pura energía y disfrutaron sin moderación en el escenario tanto como nosotros abajo. El carismático vocalista, que no paró ni un momento, animaba a un público entregado y en plena ebullición que no necesitaba más empuje, coreando temas puño arriba y pasándolo de miedo.
Un fin de fiesta inmejorable para estos ‘II Alcuentros con les músiques feches en Asturies’ que seguramente tendrán continuidad en años sucesivos y que nos han dejado un saborín de boca riquísimo.
Conchi Gálvez.

II ALCUENTROS M.F.ASTURIES

Fotos: Nacho Sariego
Dos videos que nos dejaron nuestros amigos de www.conciertosenasturias.com

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