Léelo n'asturianu
Noche de éxito y de participación ciudadana la vivida el pasado sábado en nuestra sede de Valles. El concierto se celebraba con una motivación especial, la de recaudar fondos de apoyo a la celebración del XXXV descenso en piragua del rio Piloña, un evento deportivo y fiestero de profunda tradición en nuestro concejo, que muchos recordamos con cariño tras aquellos históricas fiestas de los años ’70 y ’80, y que tras unos años de abandono, quiere relanzarse con el esplendor de antaño. Así, con el impulso de varias asociaciones locales: el club de piragüismo Neptuno, Los Tritones, la asociación de comerciantes Coservi y la de mujeres ‘Les Llamoses’, se organizó el evento en el que, como no podía ser de otra forma, la Bocanegra aportó su granito musical. En esta ocasión el broche melódico vino de la mano de la joven banda -aunque repleta de veteranos- ‘La armónica en el desván’, de nombre tan evocador como virtual.
Noche de éxito y de participación ciudadana la vivida el pasado sábado en nuestra sede de Valles. El concierto se celebraba con una motivación especial, la de recaudar fondos de apoyo a la celebración del XXXV descenso en piragua del rio Piloña, un evento deportivo y fiestero de profunda tradición en nuestro concejo, que muchos recordamos con cariño tras aquellos históricas fiestas de los años ’70 y ’80, y que tras unos años de abandono, quiere relanzarse con el esplendor de antaño. Así, con el impulso de varias asociaciones locales: el club de piragüismo Neptuno, Los Tritones, la asociación de comerciantes Coservi y la de mujeres ‘Les Llamoses’, se organizó el evento en el que, como no podía ser de otra forma, la Bocanegra aportó su granito musical. En esta ocasión el broche melódico vino de la mano de la joven banda -aunque repleta de veteranos- ‘La armónica en el desván’, de nombre tan evocador como virtual.
Antes de las once de la noche la
sede ya se encontraba con bastante ambientillo. La decoración con banderines y
piragua incluida, sumada a los clásicos y coloridos collares piragüeros
confeccionados por ‘Les Llamoses’ para su venta entre los asistentes,
resultaban de lo más alusivo. En las pantallas se proyectaba un video con
imágenes del descenso del año pasado y, antes del inicio del concierto, el
presidente del club Neptuno, Vicente Llerandi, subió al escenario para decir
unas palabras de agradecimiento y apoyo a la organización del evento.
Sobre las once de la noche se
inició el primer pase de la banda, cuarteto integrado por el piloñés Jose María Aladro -conocido por su
participación en la banda folk ‘Cuerria’-
a la guitarra rítmica y la voz, Evaristo Roig al bajo y coros, Jose Sanz
a la batería y Alain Mendez a la guitarra solista. Un grupo de pop rock que
prácticamente se estrenaba en nuestra sede, y que aún así mostró gracia,
soltura y desenfado sobre el escenario. Sin grandes pretensiones, pero serios y
cumplidores en su cometido, transmitieron muy claramente durante toda la noche su
disfrute sobre las tablas. Nos ofrecieron un repertorio muy variado, con temas
clásicos del pop-rock nacional e internacional bastante conocidos para un
público piragüero añejo y nostálgico, con el que conectaron enseguida. Empezaron
con un tema propio que invitaba a quemar la noche, seguido de versiones de Revolver,
JJ Cale, Dire Straits, la Creedence y Antonio Flores. A pesar de que se les
notaba cierta falta de rodaje, mostraron una buena interacción y complicidad
con el público, entregado a ‘la causa’ y con ganas de pasarlo bien. Como suele
ser habitual, los de abajo empezamos un poco paradinos en los primeros temas, para
entrar en el segundo pase con más calor y bailoteo. En esta parte incluyeron
tres nuevos temas propios, que piensan seguir incrementando, y otros conocidos
de Los Secretos, Loquillo ó George Harrison, entre otros.
Gracias a la más que notable
presencia de los aficionados piloñeses, y a la colaboración desinteresada de
‘La armónica en el desván’, lograron recaudarse en el concierto más de 600
euros -a los que se sumarán los recaudados desde la fila 0-, que serán
entregados a la organización del descenso. Magnífica la
la respuesta con la que la sociedad local respondió al llamamiento del
histórico club Neptuno de Infiesto, así como del resto de las asociaciones que trabajaron
con un mismo objetivo, demostrando que el movimiento civil en el concejo es uno
de sus mayores activos, una realidad sólida y eficiente, que trabaja día a día
generando alternativas muy variadas para el ocio, el deporte y la cultura en
nuestro entorno.
Desde la asociación Bocanegra
expresamos el deseo de que el próximo 26 de abril el descenso del río Piloña
resulte de lo más exitoso, y animamos a todos los piloñeses y visitantes a participar
en él con la misma alegría y entusiasmo de aquellos gloriosos años.
Conchi Gálvez
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