Léelo n'asturianu
Nueva cita con el Blues en Valles (comonosmola). Una noche de verano de las ideales, con la sede llena de caras conocidas y aficionados bluseros de aquí y allá. La banda King Bee había dejado muy buen recuerdo de su paso por las Jornadas de Blues del pasado octubre, y las expectativas ante el solista de la noche, el armonicista y cantante estadounidense Greg Izor, eran muy buenas. La noche prometía, y vaya si cumplió.
Nueva cita con el Blues en Valles (comonosmola). Una noche de verano de las ideales, con la sede llena de caras conocidas y aficionados bluseros de aquí y allá. La banda King Bee había dejado muy buen recuerdo de su paso por las Jornadas de Blues del pasado octubre, y las expectativas ante el solista de la noche, el armonicista y cantante estadounidense Greg Izor, eran muy buenas. La noche prometía, y vaya si cumplió.
El quinteto madrileño integrado
por los hermanos Emilio (armónicas y voz) y Carlos Arsuaga (batería), Alvaro
Bouso ( guitarra y voz), Ignacio Mendivil ( bajo) y Sergio Fernández (
guitarra), abrió el concierto sobre las 23:30 con un par de temas propios,
“Dream Girl” y “ I got to go”. La banda,
que cuenta con un sólido rodaje, plasticidad y complicidad en el escenario, y
un repertorio que recorre todos los estilos de blues, del norte al sur, resultó
un perfecto acompañamiento para el fantástico Izor, un verdadero torbellino de
energía en el escenario.
Lo vivido esa noche quedará por
muchos años entre nuestros recuerdos. Blues genuino sobre las tablas, un sonido
que partía la pana, músicos entregados y público receptivo y con garbo: el
cóctel perfecto. Sin duda alguna, y a pesar del buen sonido de conjunto, de la rigurosa
base rítmica y la impecable labor de los dos guitarristas, el protagonismo de
la noche se lo llevó la armónica, tanto en los solos de Greg como en los
acompañamientos de Emilio Arsuaga. El
brillo y la garra del tejano sobre las tablas se hicieron presentes desde su
misma aparición en el escenario, como un verdadero huracán, demostrando además
gran complicidad con el público, a pesar de nuestras típicas barreras
idiomáticas. Alternando armónicas cromáticas y diatónicas en melodías y solos
profundos, bien construidos técnicamente pero arrebatadores y salvajes en su
esencia, nos embaucó también con una voz potente y llena de matices. El tío es
pura pasión, se le nota al tocar, al cantar, al hablar, al moverse. Se nos
metió a todos en el bolsillo: a los músicos que le acompañaban en el escenario-
que sudaron la gota gorda-, al público - que bailaba tema tras tema sin
aparente agotamiento- y hasta a un paisano que pasaba por la carretera cuando
salí a llamar por teléfono y que diciendo “oye, que bien suena esto” entró al
concierto encantado.
Nos ofrecieron dos pases potentes
y bien extensos, en el que fueron alternando temas de su propio repertorio
-recogidos en los fantásticos discos que os recomendamos: “I was wrong” y
“Close to Home” de Greg Izor , y “Po’Boys”
de King Bee- con algunos de clásicos armonicistas como James Cotton o Lazy
Lester. En ese tiempo hubo de todo, desde blues Chicago en “Who you living to”
ó “I’m yours”, pasando por Luisiana ‘I thought it would be me’ hasta temas más
souleros y R&B. Incluyendo algún tema que Izor se marcó con la
guitarra (una sorpresa la versión del tema de Dylan “Girl from the north
country” con Izar a la guitarra y Nacho Mendivil al bajo), un solo de rítmicas
collejas (yo no lo vi, porque estaba fuera, pero me lo contaron), dúos flipantes
y desbocados con Emilio Arsuaga, que
también se lució de lo lindo, y hasta un trío de armónicas con el amigo Manu
Velasco que, allí presente, se animó a subirse al escenario, volviéndonos ya a
los de abajo chiflados del todo.
Qué gran noche, amigos! Muy de
agradecer a la banda “King Bee” la oportunidad de haber podido disfrutar de
este pedazo de músico y de hacernos vibrar con lo que más nos gusta. Ojalá la
vida nos cruce en más ocasiones. Y si es en Valles, mucho mejor.
Conchi Gálvez
Léelo n'asturianu
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