lunes, 19 de febrero de 2018

DANNY AND THE CHAMPIONS OF THE WORLD Sábado 10 de marzo 2018



La banda “Danny & The Champions of the World’ hizo nacer a su paso por Valles un sentimiento de entusiasmo y admiración entre los presentes que tardará en borrarse. Los británicos triunfaron por su música, su estilo y su entrega y simpatía en el escenario. Seis músicos de alto nivel que llenaron Valles de emociones y buena música. Presentaban en España su disco ‘Brilliant Light’ de 2017, en una pequeña gira de cinco fechas que se cerraba con nosotros en Valles, desde donde regresarían al día siguiente a Londres.
No parecía ninguno de los artistas nuevo en el oficio. Veterana y ya con bastantes discos en el mercado, la formación tiene en España sus buenos seguidores, algunos de los cuales se desplazaron hasta Valles para disfrutar del gran directo de la banda, que parece poseer algún tipo de efecto adictivo, por lo que pudimos calibrar.  Con algunos de estos fans observamos al final del concierto detalles de agradecimiento y simpatía por parte de Danny y su banda, una humildad y cordialidad muy de agradecer.
El concierto fue largo y muy completo, casi dos horas a todo trapo. Sin quererlo la cabeza se iba inevitablemente hacia Tom Petty en los primeros acordes de cada tema: un rock americano profundo, elegante y melódico, mezclando estrofas y estribillos amables con pulsiones eléctricas más sofisticadas. Tras Danny y su guitarra al frente, se lo curraba con vehemencia una formación de nivel, que incluía a guitarra solista, lap steel, bajo, batería y teclado. Sólidos en el contenido, buenos en la ejecución, personales en sus solos, todos contribuían a llenar el concierto de chispa y burbujeo.
El repertorio, muy variado: medios tiempos intercalados con profundas baladas y canciones más melódicas de aires folkrock. Toda una mezcla de sonidos americanos y toques de soul en los que Danny nos hizo ver que en un gran vocalista cuenta más el alma que la voz. En algunos temas, los más pegadizos, se pedía la colaboración del público en palmas y coros, cosa fácil porque la gente estaba para ello y porque las melodías lo pedían. Una música agradable de escuchar, evocadora y confortable, pero no por ello simple. La banda, atenta y honesta en su labor de acompañamiento, parecía cobrar nueva vida y crecerse en el final progresivo de muchos de los temas, una vez Danny dejaba atrás sus estrofas y estribillos pegadizos. Allí destacaban los refinados solos del guitarrista Paul Lush, la metálica calidez del lap Steel o la finura de los teclados, espesando las melodías y perdiéndose por los derroteros de la improvisación densa y selvática. Algunas personas me comentaban luego que algunos temas estaban excesivamente alargados y algunas de esas partes sobraban; para mí, fue de lo mejor del concierto…cada uno ya se sabe..
El concierto fue encandilando al público a marchas forzadas. Danny, al frente de todo, llevaba a la gente a su terreno, sonreía, hablaba, y la música iba llenando la sede de una suave agitación que al final ya se desbordaba. Bises y aclamación generalizada para acabar. Todo el mundo encantadísimo. En el rincón del merchan’ las fotos, los abrazos y la venta de discos duró un buen rato, la gente estaba feliz con la banda y todo eran felicitaciones. Los artistas, amistosos y bien dispuestos, no pusieron una mala cara ante la avalancha y se enrollaron con los fans.  Happy end total.

Conchi Gálvez

0 comentarios:

HEMEROTECA DE LOS CONCIERTOS Y ACTIVIDADES

DONDE ESTAMOS