Sábado 28 de noviembre 2015 a las 23:00, apertura de puertas 22:00.
EN NOVIEMBRE EN GIRA: PRESENTACIÓN DE "GROCERY"
King Pug, un power duo británico de
guitarra y batería ofreció un concierto espléndido el pasado sábado en Valles.
Se repetía ‘estilo’ bluesero y formato musical respecto al concierto anterior, celebrado solo 15 días
antes... son cosas que a veces pasan con los duendecillos de las giras y las
programaciones, pero que en vista de la abundancia de público, parece no molestó
mucho a los asistentes. Estas formaciones mínimas a priori pueden resultar a
los aficionados más generalistas –entre los que me encuentro- un poco
amenazantes por suponerse monótonas, repetitivas o sosas, pero lo que nos
esperaba aquella noche se alejaba mucho de la repetición, y desde luego de la
sosez. A pesar de que los videos y audios del dúo escuchados días antes ya
mostraban fuerza, ritmo y mucha intensidad, el implacable directo a veces echa
por tierra las viejas impresiones, para bien o para mal. En este caso, la
actuación se llevó un sobresaliente de nota media, con momentos que superaron
incluso la citada calificación.
El dúo está integrado por dos artistas
talentosos a los que se les adivina gran experiencia musical y vital: Dave
Wilkinson, guitarrista y cantante -también compositor de los temas- y Caspar
St. Charles, batería. Si en el concierto de Cendric Burnside el protagonismo de
los dos músicos estaba un tanto desequilibrado, con gran predominio de la
batería, en este caso las fuerzas se ajustaron al máximo, mostrando un par de músicos
con estilo propio, ideas y gran capacidad técnica, que nos conquistaron en una
actuación viva, aguda y muy divertida.
El repertorio estuvo compuesto
por temas muy variados que no se ni como calificar: blues clásico y moderno,
blues rock, power blues, funk blues… Un repertorio áspero y super rítmico, intenso
y envolvente, desde luego muy personal y contemporáneo. Sonaron, entre otros, temas
de su último disco ‘Grocery’, muy recomendable. Wilkinson alterna en su estilo
elementos de lo más extremo: desde los riffs más conceptuales al barroquismo
distorsionado y obsesivo de los punteos, unido a una voz muy expresiva y
empastada a tope con el instrumento. En algunos temas metió también la
armónica. Por su parte, el batería St. Charles, al que parece le costó un poco
calentar y sincronizarse con la aparente anarquía del guitarrista, demostró
luego una elegancia y una creatividad en los platos y tambores de gran
brillantez y singularidad.
Sin descanso, disfrutamos de dos
horas de concierto sorprendente y sugestivo que no dejó indiferente a nadie.
Terminaron con un bis de dos temas que nos dejó con ganas de más, lo cual
siempre es bueno. Nos vemos pronto.
1 comentarios:
Una noche más para el recuerdo. Gracias Asociación Bocanegra. Un gran trabajo
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